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Los Iván Redondo de la política local

Los asesores son profesionales de máxima confianza de los cargos públicos que están en la sombra pero tienen gran influencia
Los Iván Redondo lucenses.
photo_camera Los Iván Redondo lucenses.

Cualquiera que esté un mínimo al tanto de la política nacional habrá oído el nombre de Iván Redondo, el asesor de Pedro Sánchez al que en la nueva estructura de Gobierno le ha dado casi rango de ministro. Estuvo, y sigue, en el punto de mira dentro y fuera del PSOE porque a él se le atribuye la arriesgada y a veces errática estrategia de Sánchez, al que después de todo ha logrado hacer presidente. Las instituciones lucenses tienen sus propios Iván Redondo, mujeres y hombres cuyo grado de influencia depende de su capacidad y de lo que sus jefes políticos se dejan asesorar.

María Val, la cabeza que susurra a Lara Méndez

María Val

Al frente del gabinete de la alcaldesa de Lugo está la periodista María Martínez Val. Llegó en 2018 para preparar la campaña electoral de Lara Méndez —tiene formación en este ámbito de la Universidad de Comillas— y, tras la renovación del gobierno, se confirmó como asesora principal.

La regidora le dio más atribuciones, es la responsable del resto de asesores del área socialista y del equipo de comunicación, aunque aborda directamente con los medios los asuntos más delicados o en los que el gobierno está más volcado, como los proyectos europeos. De algunos de ellos, como los de medio ambiente, es una firme creyente.

Val es una profesional que no se achica con los retos sino que los afronta con entusiasmo, que cuando detecta un problema intenta buscarle solución cuanto antes y que tiene un alto sentido de la responsabilidad. También experiencia del otro lado de la comunicación, lo que no impide que a veces sea vehemente y surjan conflictos.

Coruñesa nacida en Alemania, pasó por El Ideal Gallego, Galicia Hoxe, El Correo Gallego, La Voz de Galicia y Xornal de Galicia, que se editó entre 2008 y 2011, próximo al bipartito de la Xunta, y del que fue subdirectora y directora. Posteriormente también fue tertuliana de la TVG. No milita en el PSOE y suele estar bien informada, en parte gracias a las relaciones que estableció con periodistas y políticos en sus anteriores facetas, que le permiten estar al día de los entresijos de la política gallega.

Vítor Otero, un asesor astuto para un joven Arroxo

Vítor OteroLa referencia en el área nacionalista del gobierno de la ciudad es Vítor Otero, un ingeniero que antes de entrar en política fue técnico de la Asociación de Criadores de Ovino y Caprino de Galicia. Como es práctica común en el BNG, Otero no solo es militante sino que forma parte del consejo local.

Esta es su tercera experiencia como asesor de un gobierno bipartito. Comenzó con Antón Bao en la Diputación y con él llegó al Concello para la breve experiencia de 2011-2012. Cuando el pacto con Orozco se rompió y el BNG perdió dos de los cuatro asesores, Otero se mantuvo y continuó también después de que Bao dejara la política y cuando en 2015 el grupo municipal se renovó totalmente. Su experiencia y conocimiento de la casa jugaron a favor. Acompañó a Arroxo en los cuatro años de oposición y contribuyó a hacerle uno de los alcaldables más solventes.

Otero no tiene la categoría de jefe de gabinete, pero ejerce como tal. Combina afabilidad y astucia y, aunque no duda en apretar cuando cree que debe hacerlo, con el tiempo ha ido suavizando las formas. Como otros miembros del BNG, parece haber aprendido que en política se gana más con buena cara que con gesto adusto.

Toño, el hombre tranquilo que engrana con Balseiro

Toño GallegoEl abogado Antonio Gallego Prieto es la sombra del delegado de la Xunta en Lugo, José Manuel Balseiro, a quien conoció en el Concello de Cervo. De familia vallisoletana asentada en San Cibrao por el traslado del padre a Alcoa. 

Toño comenzó como secretario de Balseiro en el Parlamento, pero desde muy pronto se reveló como mucho más que eso. Comparte con el jefe la capacidad de trabajo y la plena disposición y ambos parecen retroalimentarse y forma parte del comité ejecutivo provincial del PP. 

Gallego no tenía experiencia con los medios de comunicación, pero enseguida supo ver la importancia de que las relaciones estén bien engrasadas. Por eso y por su extremada corrección, al poco de llegar a Lugo bajó del coche a su jefe para que pudiera hablar con una periodista con la que días antes había disentido.

Gallego es una hormiga que cubre cualquier flanco y a la vez lucha, junto a Balseiro, por fijar la estrategia sobre algunos temas frente a las posiciones de Santiago. El aplomo, incluso en momentos de crisis, es otro aspecto que le define. No es de esos asesores que reprocha con tono encendido noticias u opiniones que considera equivocadas. Su estrategia es contraatacar con contenido, aunque a veces sea repetido.

Alicia Carballedo, en la sala de máquinas de la Diputación

Alicia CarballedoJunto a Lara Méndez, una de las personas que probablemente peor lo pasó en el complicadísimo primer mandato de la socialista en el Concello fue Alicia Carballedo, su jefa de comunicación. Estuvo prácticamente sola en la gestión informativa de un gobierno muy precario y donde los sobresaltos eran continuos, aunque mantuvo su compromiso hasta el final y su trabajo fue valorado por los colegas cuando dejó el Concello.

Ahora ejerce en la presidencia de la Diputación, con José Tomé, aunque en condiciones muy distintas, con estabilidad en la institución y más equipo. A Tomé le conoció cuando trabajaba para El Progreso en Monforte. Después de eso pasó por la redacción central y durante varios años fue delegada en A Mariña, donde estableció relación con Méndez.

Carballedo lleva varios lustros ligada al PSOE, aunque no milita, y la profesionalidad —es de esas asesoras que prefiere no decirlo todo a mentir— y la calidad humana son rasgos por los que es apreciada en el ámbito político —no solo el propio— y en los medios de comunicación. Periodista de raza, es difícil pillarla desconectada de la actualidad.

Ledo Pan, un ‘funcionario’ del BNG en San Marcos

Ledo PanXosé Antón Ledo Pan, varias veces alcaldable de Taboada, es una de las personas con más peso en el área nacionalista del gobierno provincial, en parte porque la vicepresidenta, Maite Ferreiro, compatibiliza con el Concello.

Es lo que algunos llaman un funcionario del BNG, ya que, aunque es ingeniero agrónomo y tuvo otras actividades profesionales, como una explotación ovina en Meira y una tienda en Taboada, lleva gran parte de su vida ligada a la formación nacionalista, ya fuera como liberado de esta, en el SLG y en Fruga.

De gesto serio, ya ejerció en otras etapas como asesor del bipartito en la Diputación, donde su papel en parte viene a ser el de comisario político.

Elvira Álvarez, el valor de la experiencia para el Gobierno

Elvira ÁlvarezLa periodista de As Nogais, aunque muy vinculada a A Coruña, Elvira Álvarez, es la profesional que apoya a la subdelegada del Gobierno en Lugo, Isabel Rodríguez. Es una veterana de la comunicación, tras una larga trayectora en la Cope de Santiago y A Coruña, donde tuvo responsabilidades, al igual que en la TVG durante el bipartito en la Xunta.

Desde entonces ha estado ligada en buena medida al PSOE y como jefa de prensa de José López Orozco en el Concello vivió una de las experiencias profesionales más duras, con investigaciones judiciales, registros y la imputación que acabaría con la carrera política del alcalde.

Lo vivido probablemente le valió para sacar enseñanzas y, sumado a que sabe cuáles son las necesidades de los periodistas y a que uno de sus rasgos es la empatía, hace que sea una asesora resolutiva. 

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