Blog | Al avezado lector

La verdad no es rentable

LA SEMANA pasada se celebró una manifestación en Pontevedra en contra de la continuidad de Ence en su actual emplazamiento de Lourizán. Ante esta primera frase, el avezado lector habrá tomado ya una posición defensiva acerca del próximo contenido de este artículo, ya que el tema de la pastera es uno de esos temas, como lo es el de si la tortilla de patatas lleva cebolla o no, que no deja indiferente a nadie. Por cierto: la tortilla de patata se llama así y no tortilla de patata y cebolla por algo; pero no nos desviemos del tema. Como decía, el tema de Ence no deja indiferente a nadie, así que aviso a los navegantes de que en este artículo no vamos ni a defender a los que están contentos con la ampliación de la concesión, ni a los que están en contra de la misma. Este artículo no trata ese tema.

Revisando en la prensa los artículos dedicados a dicha manifestación en varios medios, pude constatar que según la organización asistieron a la misma 20.000 personas, es decir, una cantidad de gente equivalente a una cuarta parte del total de la población del ayuntamiento. Aquello me escamó un poco y me propuse hacer unos cálculos para comprobar si aquella cifra era, ya no real, sino símplemente posible.

manifestación contra EnceLa plaza de A Ferrería de Pontevedra tiene un buen tamaño; no es que sea como la Plaza del Comercio de Lisboa o la de Colón de Madrid, pero para lo que es el casco antiguo de Pontevedra, tiene un tamaño considerable. Las dimensiones de la plaza se pueden obtener fácilmente utilizando la aplicación Google Earth, y estas son, siendo generoso, unos 60 metros de largo por 50 metros de ancho. Esto hace un total de 3.000 metros cuadrados, donde, para que quepan 20.000 personas, tendría que haber casi 7 personas por cada metro cuadrado.

Piense el avezado lector, en un cuadrado de un metro por un metro, y empiece a meter gente en dicho imaginario metro cuadrado. A partir de 2 personas no se está muy cómodo, ¿no? Pues piense que tiene que llegar a siete, y tenga en cuenta que en los metros cuadrados colindantes a su imaginaria leira de un metro por un metro, también debe haber siete personas, es decir, un total de veintiocho personas alrededor de su imaginaria propiedad de un metro por un metro.

Si este primer ejemplo le ha dejado frío y no acaba de fiarse del anterior argumento, puede hacer usted otra prueba forzando un poquito su imaginación. Piense ahora en un apartamento; sí, aquel objeto de deseo de toda pareja de recién casados de los últimos años de la burbuja inmobiliaria. Es más, como según nos dicen, la vivienda ha bajado en los últimos años, imagínese un apartamento ámplio: ¡como si no costara!, de 100 metros cuadrados, todo exterior, con parquet, ventanas oscilobatientes con doble cristal y puente térmico, electrodomésticos Miele, puerta blindada y videoportero; ¡a lo grande! ¿Ya? Pues antes de empezar a meter gente en el mismo y dado que no queremos hacer trampa, vamos a tener en cuenta que hay muebles en la cocina, que hay piezas en los baños, etc. Después de todo, los apartamentos se vendían con esas cosas. Dejemos la superficie libre utilizable para meter gente en nuestro pisito en 80 metros cuadrados. Mediante un simple cálculo, el avezado lector, se dará cuenta que para tener la misma cantidad de gente por metro cuadrado que había en la plaza de A Ferrería si hubiesen estado 20.000 personas en la manifestación contra Ence, es decir, casi siete personas por metro cuadrado, tendríamos que meter en nuestro imaginario nidito de amor nada más y nada menos que a ¡533 personas! ¡Menuda nos la iban a montar los vecinos cuando vieran la factura de la luz de la comunidad por el uso del ascensor! Porque claro, ya puesto a imaginar, el apartamento sería un ático con vistas.

A partir de aquí ya podemos extraer la primera conclusión: no había 20.000 personas en la manifestación contra Ence ni de lejos, símplemente por un hecho: ¡No caben!

Si usted, avezado lector, ha llegado hasta aquí, seguramente sea porque le está interesando el artículo, así que me permitiré hacer mi propia estimación: si observamos las fotos publicadas por la prensa, vemos que grandes zonas de las esquinas de la plaza estaban totalmente vacías, y que en muchas zonas de la misma, por no decir en la mayoría, ni siquiera se llegaba a las las 2 personas por metro cuadrado. Esto me permite estimar a mi, que debía haber entre dos y tres mil personas.

Al margen de esta estimación, que a más de algún lector no le habrá gustado nada, he de decir que me pasma el hecho que que un organizador se marque semejante farol con la asistencia a una manifestación. Es más, en las fotos que publica la prensa en su formato digital, recurriendo a sus originales, que tendrán una resolución considerable, se pueden contar las cabezas que aparecen en ellas para tener un número real e indiscutible de asistentes. Este método, lo usaba una una empresa radicada en Bilbao y llamada Lynce que mediante un software diseñado por ellos mismos, a partir de fotos aéreas de las manifestaciones, contaba cabezas y hacía cálculos bastante exactos de asistentes a manifestaciones con márgenes de error del 10-15%. Por desgracia para la verdad, esta empresa cerró, por falta de contratos, pues ningún organizador de una manifestación, ni ninguna administración afectada están interesados en que se sepa el número exacto e indiscutible de asistentes, es mejor inventarse el mismo sin escrúpulo alguno, pues entre los asistentes siempre va a colar el número que la organización o administraciones afines proporcione y viceversa. Como en muchos otros casos: la verdad no es rentable.

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