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El fin de la era Besteiro

EN ESPAÑA PEDRO SÁNCHEZ acabó siendo el hombre del "no es no" a la investidura a Rajoy, lo que, por más que guste o disguste, no debería ocultar su otra faceta, la del líder que acabó de conducir al PSOE a unas catástrofes electorales para las que llevaba mucho tiempo comprando todas las rifas, al igual que buena parte de sus organizaciones hermanas en Europa, con la destacada y algo olvidada excepción del PS portugués. En Galicia Pedro Sánchez significaba algo más, pues era, sobre todo, el amigo de José Ramón Gómez Besteiro quien, por la vía interpuesta y gracias a su conexión personal con el secretario general socialista, ha conseguido la llamativa y a la vez reveladora proeza sobre el estado del partido en Galicia de mantener un relevante nivel de influencia más de seis meses después de su dimisión de la pasada Semana Santa por sus imputaciones en el juzgado de Pilar de Lara.

El resultado de la decisiva votación de ayer que acabó de tumbar a Pedro Sánchez es más que revelador. Toda la delegación gallega se pronunció en contra de la iniciativa del congreso exprés que abanderaba el hasta ayer líder del PSOE, salvo una persona que sí le apoyó, la albacea del "besteirismo", la que fue su secretaria de organización y después presidenta de la gestora gallega, Pilar Cancela, aferrada hasta el final a la conexión entre Sánchez y Besteiro, dos políticos de estilos semejantes, basados sobre todo en la buena imagen física y en la habilidad de maniobra interna.

El vínculo entre el líder del PSOE y el del PSdeG se empezó a escenificar en agosto de 2014, en la primera visita a Galicia de Sánchez poco después de ser elegido secretario general tras ganarle también aquí a Madina. Fue la primera de una serie de fotos, que acabó en A Coruña en marzo de 2016, la víspera que se conociesen las imputaciones contra Besteiro en la operación Pulpo, que se sumaron a las de O Garañón. Ese día, en una entrevista en la Ser de A Coruña, Sánchez reiteró su total confianza en el líder del PSdeG y contó que son amigos desde que eran dos políticos anónimos, uno concejal en Madrid y otro en Lugo, lo que parece remitir a su experiencia como asesor, en el equipo de José Blanco, en la campaña de Touriño en las elecciones gallegas de 2005.

Pero lo más sorprendente llegó después, cuando tras tener que dimitir, Besteiro semantuvo como el poder en la sombra del PSdeG gracias a su conexión de Sánchez. Así se puso de manifiesto en abril cuando se supo que en la víspera de la convocatoria de las primarias gallegas estuvieron en la sede central de la calle Ferraz, preparando ese trámite, la presidenta de la gestora, Pilar Cancela, el propio Besteiro y el que acabó siendo el ganador y candidato a la presidencia de la Xunta, Xoaquín Fernández Leiceaga, quien, pese a sus extrañas alianzas, aportó su solvencia intelectual.

Leiceaga ganó las primarias contra el muy mal candidato de Abel Caballero, Méndez Romeu, con el apoyo del sobrino díscolo, Gonzalo Caballero, lo que acabó por contribuir a que, si no hay cambios, el PSdeG tuviese el peor resultado de su historia.

Mientras Leiceaga se mantuvo en silencio, la guerra civil de esta semana confirmó al PSdeG en su papel tradicional de sucursal, cuyo futuro dependía de lo que pasase en la madrileña calle Ferraz. Con la caída de Sánchez, Cancela tiene una última oportunidad de una salida digna, la de dimitir como presidenta de la gestora gallega antes de que la cese la nueva gestora española. Sería una sorpresa que la aprovechase, aunque poco importe. El futuro del PSdeG está, de nuevo, en manos del barón del sur, Abel Caballero, alcalde de Vigo, y el del norte, Valentín González Formoso, presidente de la Diputación de A Coruña. Pueden competir o pactar, pero ellos tienen la clave.

El termómetro del "no es no" en los mítines gallegos de Sánchez

LA EXTENUANTE campaña de Sánchez en Galicia, que terminó con una peregrinación a la portuguesa de Tui a Santiago, mostró como su "no es no" enganchaba a la menguada militancia, que aplaudía a rabiar. Ahora el problema del PSOE reside en que el espectáculo no acabó, porque tiene que fijar la posición en la investidura y no todos los que tumbaron a Sánchez quieren la abstención.

El escaño de Ourense, un milagro todavía más difícil

LA JUNTA ELECTORAL DE OURENSE acogerá mañana [lunes] el tercer recuento del sufragio del extranjero de unas elecciones autonómicas en esta provincia en el que el PSOE, por más difícil que resulte, está en condiciones de obtener un escaño del que se quedó a las puertas en el escrutinio provisional. Pero si en 1989 los socialistas le quitaron su diputado al BNG y en 2009 le arrebataron otro al PP, en esta ocasión las posibilidades resultan escasas tirando a remotas y la gravísima crisis interna las reduce todavía más, de manera que sería una gran sorpresa que el PSdeG consiga un escaño más a costa de los populares, lo que le supondría romper el empate a 14 con En Marea e igualar los 15 obtenidos en 1997 por Abel Caballero, con lo que Xoaquín Fernández Leiceaga dejaría de tener el peor resultado autonómico del partido que fundó el Iglesias de Ferrol.

El escrutinio provisional del pasado domingo deparó en Ourense un resultado inesperado por enormemente favorable al PP, que se hizo con 9 de los 14 escaños en juego. Los populares no sacan tantos diputados en esta circunscripción desde 1993, en la última convocatoria en la que en Ourense había 15 escaños en juego, pues desde 1997 cuenta con 14, tras cederle uno a Pontevedra. Desde entonces, el PP siempre sacó 8 diputados, salvo en 2009 cuando se quedó en 7 después del recuento del voto exterior. Y esta vez logró los 9 con un 53,1%, por bajo del 56,6% de 1997 y del 56,1% de 2001. Al PP le rindieron más los votos porque el PSOE quedó de segundo con su peor resultado desde 1985 y también porque se fue a la papelera el 4,4% de que obtuvo Democracia Ourensana, el partido de Pérez Jácome.

Aun así, el PP logró ese noveno escaño por sólo 135 votos de diferencia con el PSOE, que se quedó a las puertas de sacar su tercer diputado en la provincia que sería Carmen Dacosta. Así el PSOE necesita que el PP no le triplique en el recuento del voto exterior y recuperar 135 votos. Parece difícil con los dos millares de sufragios recibidos y los resultados anteriores. Aún así, el PSOE va a intentar acercarse todo lo que pueda, para después pelear en la revisión de las actas del interior. Pero a diferencia del pasado esta vez no se espera que haya en el escrutinio expertos de la calle Ferraz, en plena crisis. Y el PSOE provincial de Ourense, controlado porPachi Vázquez, podría no dejarse la piel en la pelea, porque la beneficiaria sería Dacosta, del sector contrario, afín a Leiceaga.

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