Blog |

Besteiro, la primera víctima del 27-S

Al excluir al líder gallego del vídeo grabado por sus barones para Cataluña, Ferraz muestra que sólo el milagro de la desimputación puede salvarle de la quema y que ahora Abel es el referente


El 27-S contiene una combinación de paradojas políticas fascinantes por tragicómicas. No cabía esperar menos después de un lustro en el que se ha confirmado que la emancipación de Cataluña es un proyecto madrileño más o menos deliberado, pues en la capital de España está radicada la gran fábrica de independentistas, por esa mezcla de insultos y de miope intransigencia con la que se ha respondido desde las tribunas de la villa y corte al paulatino desplazamiento del eje del consenso en la sociedad catalana desde el autonomismo de antaño hacia el soberanismo, fruto de la tormenta perfecta generada por la coincidencia de la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut con el estallido de la brutal crisis económica que puso patas arriba toda la política europea.

Las elecciones autonómicas del 27-S sólo serán aceptadas en España como plebiscitarias, como el sucedáneo de un referéndum, si las pierden los que ahora aseguran que sí lo son, que entonces lo tendrán difícil para desdecirse, mientras en la caverna mediática madrileña proclamarían que Cataluña ya ha decidido, pese a que según ellos no tenga ningún derecho a hacerlo. Sin embargo, ese escenario es difícil que se dé, tanto según las desprestigiadas encuestas como según la trayectoria electoral reciente y pretérita. Ambas indican que lo más probable es que haya una mayoría conjunta de Junts pel Si y la CUP, partido este último que está dispuesto a apoyar el desafío soberanista pero amenaza con no votar la investidura de Mas, el heredero de Pujol.

Así que en Cataluña puede ser más fácil proclamar la independencia que formar Gobierno. Como paradoja no está nada mal. Tampoco lo está el hecho de que el ministro de Asuntos Exteriores, Margallo, se confirme como el portavoz gubernamental para la cuestión catalana. Y hay más, como la de la lista de Junts pel Si, con el candidato a la reelección, Mas, de número 4, seguido por el hasta ahora presunto jefe de la oposición, Junqueras, mientras la encabeza un recién salido de un partido de otro bando, Romeva, que no se ha privado en alimentar el debate sobre quién es el verdadero aspirante a president.

Pese a este barullo el 27-S medirá las fuerzas independentistas y de las huestes de las dos vías contrarias, la pactista, en sus versiones del PSC, Unió y la coalición de Podemos, y la intransigente, de Ciudadanos y el PP. Y todo en el pórtico de las generales de diciembre.

En esta coyuntura crítica la primera víctima política del 27-S ha sido Besteiro, porque desde la sede central socialista han mostrado que lo ven contra las cuerdas y que para ellos el referente en Galicia es Abel Caballero, el alcalde de Vigo, quien pilotará el PSdeG, directa o indirectamente, cuando el actual secretario general tenga que renunciar, si no logra el milagro de la desimputación en O Garañón. Es lo que evidencia el vídeo sobre Cataluña grabado por los barones del PSOE, que aparecen en él por la importancia política de su comunidad y por sus vínculos con los catalanes, aspectos ambos en los que la ausencia gallega resultaría clamorosa, tanto porque Galicia es una de las tres nacionalidades históricas como por la relevancia cualitativa de sus emigrantes. Pero en realidad Galicia sí que está en el spot, a través de Abel, que aparece como el alcalde entre los alcaldes.

Este episodio se suma a la ausencia de Besteiro en el comité federal del PSOE de hace ocho días. Corren malos tiempos para los imputados, en especial cuando hay elecciones, por eso el PSOE oculta a Besteiro, aunque en el PSdeG digan que no fue a Madrid y no estuvo cuando se grabó el vídeo porque asistía a la importantísima y famosísima fiesta de los socialistas de Oroso.


Iglesias busca fuerzas en Catalunya y Beiras se deja querer


En Cataluña residen 75.000 personas nacidas en Galicia, según el Instituto Nacional de Estadística. Son una pequeña parte de los 1,4 millones de catalanes naturales del resto de España y son bastantes menos que los 617.555 andaluces, o incluso que los 127.599 de Castilla y León, los 126.960 de Extremadura o los 103.651 de Aragón. Sin embargo, su importancia cualitativa supera su peso numérico, pues han alcanzado una gran visibilidad, la que tiene cualquier grupo étnico que se convierte en uno de los principales dueños de los bares y restaurantes. Ese repetido ascenso a empresarios de la hostelería de parte de los camareros de hace cuarenta o treinta años es uno de los indicadores del elevado grado de integración de los galaico-catalanes de hoy.

Así, lo natural es que los líderes políticos gallegos aparezcan en esta crucial campaña, como ocurrió ayer con Feijóo. Vence participó en la víspera de la Diada en un acto con Junts pel Si y la CUP, partido que con la declaración de Bonaval de julio se confirmó como el nuevo socio de un BNG que en sólo once años ha pasado de coaligarse con CiU en las europeas, a hacerlo después con ERC y aproximarse ahora a esta versión catalana de los Irmandiños que es la CUP.

No está prevista la presencia del partido de Beiras, Anova, en la campaña, en la que tendría que elegir entre la CUP y Catalunya Si que es Pot, la lista que intenta ser la marea catalana, apoyada por Podemos e ICV. El resultado de esta candidatura puede tener repercusiones en Galicia, porque Pablo Iglesias busca reforzarse para las generales.

Según las encuestas Ciudadanos y Catalunya si que es Pot compiten por ser la segunda fuerza política, mientras el menguado PSC no está lejos. Esta pugna ofrecerá el otro dato relevante del 27-S, que puede tener bastante significación para las generales. Si Iglesias logra que los suyos sean segundos, mejoraría su posición para negociar con sus posibles socios, como es el caso de las mareas gallegas.

Las negociaciones entre Beiras e Iglesias siguen abiertas, a través de la conversación telefónica que mantuvieron ambos hace poco y de los contactos entre Anvoa y la sucursal gallega de Podemos. En estas complejas negociaciones, que se multiplican a través de las plataformas creadas para intentar canalizar la confluencia, ha surgido una novedad significativa, que es la de que Beiras se deja querer como posible cabeza de la candidatura unitaria al Congreso, para lo que reclama un formato que resulte acorde con su trayectoria política, lo que se supone que quiere decir que se niega a formar parte de una especie de federación galaica de Podemos.

Cuesta ver a Beiras en el Congreso, sobre todo a la luz de lo que le cuesta ir desde su casa de Brión a la compostelana calle del Hórreo, donde está el Parlamento gallego. Y el aeropuerto de Lavacolla está al doble de distancia. Pero si Beiras diese el paso, esa lista de Anova, Podemos, EU y las mareas ganaría mucho en potencia y habría incluso alguna posibilidad de que se sumase el BNG, ya que poco podría hacer en solitario frente a su exlíder.

*Artículo publicado el domingo 13 de septiembre de 2015 en la edición impresa.

Comentarios