TODO EL MUNDO habla de la marcha del equipo esta temporada, en la que seguimos en la lucha por un sueño. Pero esta lucha no sería posible sin una buena plantilla. Cuando hablo de equipo sabéis que incluyo a la gran afición, del primero al último, y a todos los compañeros. Hoy me gustaría recordar a todos esos que no están tan presentes en los medios pero sin los cuáles no seríamos el equipo que busca el premio gordo en una temporada histórica.
Además del trabajo de Lisardo Gómez, muy visible en cada partido, está el de su ayudante. Quique Fraga nos ayuda a conocer a cada rival, a predecir cada movimiento del hombre que nos toca defender, a buscar ese hueco por donde penetrar hacia canasta o a buscar un pase. Ese trabajo es fruto de cientos de horas de vídeo y notas delante de un ordenador.
Juan Carlos Castro, además de su labor técnica en la planificación del equipo, junto a los entrenadores, está siempre ahí para ayudarnos cada vez que hay que agilizar un trámite, conseguir una opinión médica, un papel.
Sesé, tras muchos años de trabajo en el club, tiene controlado hasta el último detalle en la oficina. Ha conocido a cientos de jugadores y seguro que guarda recuerdos para escribir un libro.
Cada final de partido a tope, cada esfuerzo en un tercer o último cuarto para remontar o para aguantar, tiene un culpable en José Miragaya. Nuestro preparador físico nos exige un poco más en cada sesión de pesas, en cada circuito. Sufrimos en los entrenamientos para disfrutar de nuevas victorias.
En la cabeza de Fran de Andrés, nuestro delegado, hay millones de cosas. Organización de viajes, horarios de entrenamientos, material, documentación, y miles de detalles que genera un equipo. Tengo la certeza de estar trabajando con el mejor delegado que un equipo profesional puede tener.
Belén, nuestra fisioterapeuta. ¿Qué haríamos sin ella? En sus manos está nuestra recuperación, la prevención de posibles lesiones, su apoyo en momentos bajos cuando ejerce también como psicóloga, soportando nuestras manías. Gracias a su trabajo, a pesar de todas las lesiones que hemos tenido, aquí estamos todos, preparados para lo que venga.
Con las redes sociales o hablando con la prensa está Marcos Fernández. Dando a conocer lo que hacemos, concertando entrevistas, ruedas de prensa, poniendo su grano de arena para buscar que el Pazo dos Deportes esté cada vez un poco más lleno con el trabajo en los colegios... Y también aconsejándome cada vez que me atrevo con esta columna que leéis cada jueves.
Juan Diego y Gabriel son nuestros médicos, los que nos atienden y tranquilizan, junto con Belén, cada vez que un problema físico nos frena.
No quiero olvidarme tampoco del guardia que me abre el vestuario a cualquier hora cuando vengo a tirar, de las personas que mantienen todo limpio y en orden en el Pazo. Sin cada uno de ellos, este no sería el equipo que hoy en día lucha por un sueño. Todos los que nos ayudáis de una u otra manera, merecéis cada esfuerzo en la pista. Ese esfuerzo es también el vuestro. Gracias.
