A LA REVOLUCIÓN de Netflix y todas sus nuevas series se ha unido la moda. Las firmas tenían una asignatura pendiente con la pantalla y se han puesto las pilas sabiendo cómo aprovechar el tirón y el furor que causan algunas tramas. De hecho, el retorno de Sexo en New York con la (un poco decepcionante) And just like that… ha sido la prueba de como la magia de la moda siguió constituyendo una parte muy importante de la misma. Sus looks maravillosos siguen causando furor entre las más fieles seguidoras y la muestra más evidente de ello fue que, tras la emisión del último capítulo, se dispararon las ventas relacionadas con su vestuario entre las nostálgicas de las tres amigas neoyorkinas. No podemos negar que New York es una de las ciudades de la moda más valoradas, pero cuando hablamos de París… nos referimos a ese je ne sais quoi que irradia Emily in París. Lily Collins interpreta un papel que se ha convertido en un fenómeno. Las historias alocadas de esta jovencita enganchan tanto como sus estilismos, que casualmente también han sido ideados por la todopoderosa Patricia Field, responsable del vestuario de Sexo en New York.
EN DETALLE. Emily Cooper apuesta por el color y por lo que alguna vez le habrás escuchado a tu madre: "Te lo has puesto todo encima". Y es que así son sus estilismos, estudiados y excesivos, "ringarde", como se dice en la serie. Versace, Chanel, Elie Saab, Valentino, Balmain... son algunas de las marcas que completan su armario, mientras que Yves Saint Laurent, Coperni o Celine visten a su compañera Camille, con ese estilo effortless tan parisino y rebelde. Pero por suerte también ciertas marcas low cost se han colado en su armario.
En la segunda temporada pudimos ver a la jovencita con una blazer de estampado vichí en verde de Zara. Sí, has leído bien, el gigante de Inditex ha vestido a Emily Cooper y todas podemos emular su look. Ella la combinó con minifalda y top de flores.
Los looks de Sandro o los bolsos de flecos icónicos de Maje no podían faltar, pero nos sorprendió todavía más otro diseño: un bolso saco de flecos finos que bien podríamos llevar en un look de invitada en alguna boda de este año.
Como otro auténtico icono de estilo se muestra Camille Razat, aunque con un registro completamente diferente. Ella es más rebelde y su estilo pasa por los vaqueros anchos, los petite robe noir (el vestido negro de fondo de armario) y accesorios como sus gafas rojas de Valentino.
Sylvie encarna el estilo francés más simple y elegante. Es el claro ejemplo de como un vestido sencillo o una camisa blanca logran un estilismo muy poderoso. Arriesgada y elegante, las redes le aplauden no por lo que lleva, sino por cómo lo lleva.
