El Festiulloa volverá a hacer sonar violines por las carballeiras

El certamen organizado por Quercus Sonora recaudará donativos para el bosque autóctono
Carballo de Amoexa. EP
photo_camera Carballo de Amoexa. EP

La asociación Quercus Sonora de Antas de Ulla organiza desde el año 2007 el Festiulloa, un certamen de música de cámara que se celebrará el primer fin de semana de agosto para recaudar fondos con el fin de salvar los bosques autóctonos. Los músicos actúan de forma desinteresada y el colectivo impulsado por el violinista Rudi Esteban Ferreiro y la bióloga Sandra Goded Millán destina los donativos voluntarios a la conservación de los terrenos que tienen bajo su custodia tras alcanzar acuerdos con los propietarios. Los socios de Quercus son también copropietarios de otros terrenos adquiridos con sus cuotas.

La nueva edición del Festiulloa está marcada por la reinvidicación de que la Xunta incluya dos carballos ulloanos en su Catálogo de Árboles Senlleiras. Se trata del carballo de Amoexa, que tiene 24 metros de altura y 6,5 metros de perímetro, y del de Río, de 22 metros de altura y seis de perímetro. El programa del festival contempla una excursión para ver ambos ejemplares, bajo cuya sombra se darán "pequeños conciertos para que se conozcan y para ponerlos en valor", indica Sandra Goded. "Su porte y dimensión son espectaculares para esta especie autóctona. Son unos de los más grandes de Galicia", agrega Goded.

Quercus Sonora lleva casi un año con alegaciones ante la negativa de la Xunta para catalogarlos, "al no considerarlos suficientemente grandes, por poco más de un metro de diferencia, aunque no parece un criterio lógico. Además, sí están catalogados otros ejemplares más pequeños, como el carballo del Banquete de Conxo, que optó a ser el árbol europeo del año", precisa Goded. Esta bióloga tiene la impresión de que solo catalogan árboles que están en las fincas de pazos o casas, y no los de terrenos boscosos. "Los expertos entienden que tendría que haber muchos más árboles autóctonos en el catálogo", dice. Estos carballos están cerca del recientemente declarado centro geográfico de Galicia, lo que les da una mayor relevancia.

ALEGACIONES. Si ambos ejemplares entran en el catálogo autonómico serían los primeros localizados en la comarca de A Ulloa en alcanzar esta distinción, "aunque no son los únicos que la merecen", señala Sandra Goded.

En las alegaciones a la Consellería de Medio Ambiente, Quercus Sonora expone que las mediciones con un láser Vertex indican que el carballo de Amoexa mide 24 metros, y no 18,5 como señalan los agentes medioambientales. También se cuestiona que se fije un percentil de 26 metros, como si la diferencia de dos metros fuese una razón para entrar en el catálogo. "No sabemos desde cuándo se mide el tamaño y la edad de un árbol de la especie Quercus robur en base a su altura, cuando con la edad ensanchas su diámetro".

Los argumentos de la consellería denotan, según la alegación de Sandra Goded, "un desconocimiento de la cultura tradicional gallega, ya que este árbol fue podado durante siglos, por lo que no llegó a la altura de otros sin poda". No comparte tampoco la portavoz de Quercus Sonora que se diga que el ejemplar no posee interés cultural destacable. "Seguramente es uno de los pocos árboles de más de 400 años que se conserva en la actualidad", recalca.

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