El ulloano que ideó matar a su mujer en Venezuela busca que la Onu revise su caso

Jesús González Quintá, condenado a 22 años de prisión por ese crimen, dice que admitió los hechos porque lo estaban torturando

González Quintá, en 2015. EP
photo_camera González Quintá, en 2015. EP

Jesús González Quintá, el ulloano al que la Justicia venezolana condenó en 2015 a 22 años de prisión por idear un plan para asesinar a su mujer, María Liz Cristaldo, en Venezuela busca fórmulas para que su caso sea revisado por el tribunal de derechos humanos de la Onu.

El condenado, que en la actualidad cumple su pena en el centro de Monterroso tras ser extraditado del país americano a finales del pasado año, asegura que si en su día admitió los hechos fue porque estaba siendo torturado y también porque hacerlo le permitía agilizar el proceso de extradición.

La familia de González Quintá recuerda, en este sentido, que los demás detenidos en relación a este caso todavía permanecen ingresados en una prisión venezolana a la espera de que aún se celebre el juicio. "De non declararse culpable, o meu tío aínda se atoparía nunha desas prisións sufrindo unhas condicións de vida deplorables catro anos despois de que sucederan os feitos", enfatiza su sobrina Lucía González.

El abogado lucense Antonio Nieto cree que aunque hay base suficiente como para llevar el caso a los tribunales de la Onu, las dificultades que se plantean son muchas.

"La vulneración sistemática de los derechos humanos en Venezuela es algo que avalan numerosos informes", argumenta el letrado, quien, no obstante, reconoce que llevar el caso a la Onu "supone iniciar trámites muy complejos, que deben llevar especialistas en la materia y que a mí, sinceramente, se me escapan".

La familia de González Quintá también asegura que iniciar un proceso de estas características supone unos gastos muy elevados "aos que dende logo non lles podemos facer fronte".

Es por este motivo que la familia está intentando ponerse en contacto con alguna ONG especializada en la defensa de derechos humanos, que los ayude a "contactar con algún avogado especialista neste tipo de casos".

Según Lucía González, su tío "sempre defendeu a súa inocencia e se foi incriminado polos outros detidos é porque a xustiza venezolana castiga con máis dureza ao ideólogo do crimen que ao executor do mesmo. Actuando deste xeito, o que fixeron estas persoas foi conseguir que cando se celebre o xuízo a acusación lles pida unha pena de prisión máis baixa, porque teoricamente actuaron como sicarios".

Jesús González siempre dijo que el 15 de diciembre de 2014 él y su esposa fueron víctimas de una emboscada, ya que un taxista los llevó engañados a un descampado donde fueron atracados. Cuando los dejaron huir a la carrera, una bala perdida disparada por uno de los ladrones acabó con la vida de la mujer. La Policía venezolana no se creyó la versión y acabó deteniendo a González por idear el crimen.