Cuatro meses después de que Antonio Gato presentase su dimisión como alcalde monterrosino, el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) acaba de revocar las medidas cautelares establecidas por el juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 2 de Lugo que habían impedido inicialmente al grupo municipal al que pertenecía el ahora exregidor, Independientes por Monterroso, expulsarlo.
La estimación del recurso de apelación interpuesto por Indepenidentes por Monterroso llega tarde porque Antonio Gato ya no forma parte de esa agrupación y además, en el pasado mes de julio, renunciaba al cargo, tomando su relevo su compañera de formación, Rocío Seijas.
La paradoja aún es mayor porque está pendiente de que se dé a conocer la sentencia del juicio que se celebró por la demanda presentada cuando finalmente sí se llevó a cabo la expulsión del grupo del aún alcalde.
El Contencioso-Administrativo había dictado esas medidas cautelares a finales del pasado mes de enero porque consideraba, entre otras razones, que si Antonio Gato era expulsado de su grupo municipal suponía "un recorte en sus derechos de participación política".
Mientras, Independientes por Monterroso alegaba que el entonces alcalde basaba su solicitud en que "la expulsión le colocaría en una situación de riesgo ante una hipotética moción de censura".
HIPÓTESIS. El TSXG revocó esa medida cautelar porque argumenta que su adopción pasa "por la alegación y justificación por quien la solicita de que la ejecución podría producir perjuicios de imposible o difícil reparación y la petición se basa en hechos hipotéticos".
Antonio Gato concurrió a los comicios municipales de 2019 en la candidatura de Independientes por Monterroso, que consiguió cuatro concejales. PSdeG-PSOE y PP tres y Compromiso por Galicia uno.
Su año de mandato se caracterizó por sus constantes diferencias con sus compañeros de formación, a los que apartó para gobernar con el PSdeG-PSOE, con el que también rompería.
