Rubín, un milagro de cuatro patas rescatado de una alcantarilla en Palas de Rei

Dos turistas bilbaínos rescatan de una alcantarilla de Palas una cría de gata, que van a adoptar y a llevarse con ellos al País Vasco

Rubín, un pequeño gatito atigrado de color rojizo, se ha convertido en el protagonista de un suceso que, gracias a una pareja de turistas bilbaínos, tiene un final feliz. La mala fortuna quiso que este cachorro gatuno de apenas unas semanas de vida cayese a mediados de la semana pasada en el hueco de una alcantarilla en el municipio de Palas de Rei.

Pese a la aparatosa caída, el animal logró sobrevivir, pero quedó atrapado en el sumidero sin posibilidad de salir debido a la altura del oscuro túnel. Durante varios días los maullidos de auxilio de la cría alertaron a los vecinos del entorno, que intentaron rescatarlo en varias ocasiones sin éxito.

Rubín pasó varios días asustado y solo, a oscuras y sin poder comer ni beber. Pese a sus intentos por escapar, sus pequeñas patitas no conseguían escalar el hormigón y con el paso de las horas sus energías flaqueaban. Estaba condenado a una muerte segura.

Sin embargo, el domingo por la mañana el destino quiso que Miguel Ángel Joyas e Idoia López, dos bilbaínos con raíces en la localidad palense y amantes de los animales, pasasen por la zona. "Nos contaron lo que pasaba y no nos lo pensamos dos veces. Tuvimos la suerte de tener un hierro en el maletero del coche con el que abrimos la pesada tapa", explica Miguel Ángel. En el fondo del sumidero estaba el pequeño gatito, muy asustado. Al verlo, Idoia se deslizó por el estrecho túnel y logró ponerlo a salvo. "Estaba temblando y hambriento", comenta.

SOLIDARIDAD. Este rescate generó expectación entre los vecinos, que aportaron mantas y leche para asistir al cachorro felino. "Si no llegamos a sacarlo hubiese muerto; si llega a llover, el hueco se habría inundado", señalan.

La pareja decidió adoptar el animal, al que le pusieron de nombre Rubín, por su pelaje y por llamarse así la zona de la parroquia palense de San Cibrao da Repostería en la que están las raíces familiares de esta pareja. Tras el susto, Rubín vivirá feliz en una casa de campo en tierras vascas en compañía de otros animales. "Estamos seguros de que nuestros otros gatitos lo acogerán como a un miembro más de la familia", indican.

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