Presos de Monterroso difunden dos vídeos con droga y objetos prohibidos

En la grabación clandestina aparecen al menos siete reclusos, que ya han sido identificados y sancionados por Instituciones Penitenciarias
Foto adjuntada en una denuncia por una fiesta con presos en 2018. AEP
photo_camera Foto adjuntada en una denuncia por una fiesta con presos en 2018. AEP

Al menos siete reclusos del centro penitenciario de Monterroso han participado en la grabación clandestina de dos vídeos, difundidos en redes sociales, en los que aparecen consumiendo droga y con objetos prohibidos como un teléfono móvil con el que captaron las imágenes y una tatuadora, según informó este martes por la noche en su edición digital el diario El País, que indicó que estos presos ya han sido identificados y sancionados por Instituciones Penitenciarias.

El citado medio señala que, según otras fuentes penitenciarias, estas imágenes fueron grabadas la pasada semana en la sala de día de uno de los módulos del centro penitenciario monterrosino —un espacio en donde los reos participan en actividades o ven la tele bajo la vigilancia de al menos un funcionario—. Explica que en uno de los vídeos de casi cuatro minutos de duración, entre otras escenas, se ve cómo un recluso critica la ausencia en esa sala de funcionarios para vigilarlos mientras otro hace un tatuaje a un tercero con una máquina cuya posesión está prohibida en los centros penitenciarios. También se emiten quejas por la supuesta falta de talleres ocupacionales para los internos de ese módulo, algo que, según esta información, niegan funcionarios consultados.

En el segundo vídeo objeto de la polémica, que dura cerca de tres minutos, según relata El País, aparecen hasta siete presos sentados alrededor de una mesa para jugar a las cartas y sobre la misma hay una docena de cápsulas de fármacos que están destinados a reclusos enfermos, pero que supuestamente han sido desviados para el tráfico clandestino.

En las imágenes presumen de su tenencia y y empiezan a vaciar su contenido en un vaso de plástico, en el que vierten a continuación un refresco de cola para después bebérselo. Además, varios sacan la lengua y muestran en ella otras cápsulas.

En esta información se señala que fuentes del Ministerio del Interior han confirmado que a raíz de estos hechos desde Instituciones Penitenciarias se ha abierto una investigación interna con el objetivo de determinar los posibles fallos de seguridad que propiciaron la grabación de estos dos vídeos, en los cuales la mayoría de internos aparece a cara descubierta.

ANTECEDENTES. El centro penitenciario de Monterroso ya se vio envuelto en la polémica hace tres años, en junio de 2018, cuando Instituciones Penitenciarias abrió un expediente después de que un interno denunciase fiestas con varios reclusos, en presencia de funcionarios, en las que supuestamente los reos tuvieron a su disposición bebidas alcohólicas, cuyo consumo está totalmente prohibido en este tipo de instalaciones. El denunciante adjuntó hasta tres fotografías de esas fiestas como prueba de la veracidad de los hechos. Por entonces, desde la dirección del penal aseguraron desconocerlos y recalcaron que se trataba de conductas reprochables que no iban a permitir.

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