Milagros que nacen en el agua

La tradición atribuye a varios manantiales ulloanos propiedades sobrenaturales que sobreviven mágicamente al paso del tiempo

Fonte do Leite, en Sambreixo, na comarca da Ulloa. J.VÁZQUEZ
photo_camera Fonte do Leite, en Sambreixo, na comarca da Ulloa. J.VÁZQUEZ

A ULLOA ES es una comarca enigmática. Por su historia, su tradición y sus instintos, pero también por sus fuentes. El agua es vida, y vida ha sido desde tiempos remotos en los que mouras, maldiciones y hechizos convivían con el día a día del lugar. Lo mágico y lo ignoto brotan de los manantiales ulloanos resistiendo el paso de los siglos, hilando un relato en el que la tradición y lo imaginario, pero también la realidad, se funden hasta completar un capítulo destacado en la crónica de la propia existencia.

Las narraciones en torno a las fuentes se reproducen en muchos lugares no solo de la comarca o de Galicia. "Vinculamos a tradición coa cultura preindoeuropea. No momento no que as grandes tribus galaicas, coa romanización, marcharon para Irlanda, Escocia e demais, estas tradicións mantéñense neses países case calcadiñas. Seguramente obedezan a algún tipo de rituais de fecundidade dos terreos e as femias, e tamén de renovación de cargos dentro do clan ou a tribu", explican desde el departamento de historia del Instituto de Estudos Ulloáns.

La casuística se repite, sí, pero cada fuente tiene su propia historia. Una conciencia que habita ubicuamente en el lugar y en el alma de cada uno de los que creen en ella. Y mientras esta segunda llama permanezca viva, aunque mute de forma, el fuego se mantendrá inmortal.

Este es el caso de la Fonte do Leite o Fonte do Leite da Nai de Deus, en Sambreixo (Palas de Rei), donde todavía se siguen conservando algunos rituales precristianos. "A xente con algunha enfermidade, frecuentemente de pel, acude cun trapiño ou un pano, que molla na fonte e frota nas partes enfermas. Unha vez lavados con ese trapo, ponse a secar o pano nalgún matorral dos arredores, e segundo vai apodrecendo o trapo, así vai curando a enfermidade", cuentan desde el Instituto de Estudos Ulloáns.

Como en tantos otros lugares, el paso de una sociedad pagana a otra cristiana modificó -que no eliminó- la tradición oral del manantial: "Como se conservaban estes ritos pagáns, alguén no seu día decidiu que había que cristianizar a narración. E fixeron que a virxe se aparecera ata tres veces. Levaban a virxe á igrexa, situada a uns 300 metros da fonte, e a virxe aparecíase na fonte. A solución que se tomou foi abrir unha ventá no santuario para que a virxe vise a súa fonte", indican desde el colectivo.

Y la nueva narración cristianizada sobrevivió. Sobrevivió durante los siglos de poder católico y sobrevive hoy, en una época más cercana al meme que al milagro.

Llegar a la Fonte do Leite no es sencillo. No está en el centro de una plaza ni en un camino transitado. Sin embargo, los arbustos y zarzas que bordean al manantial -del que apenas mana agua ya, como si la tierra se negara a seguir regalando su magia- mantienen viva una instantánea del pasado. Pequeños paños penden de las ramas de las plantas aguardando a pudrirse para que algún tejido enfermo se torne en sano.

No muy lejos, en la parroquia de Covelo, no hace mucho que una gallina y sus pollitos habitaban un manantial en A Fonte. "No mencer da mañá de San Xoán, a galiña sae cos seus pitiños. E aquel mozo que sexa capaz de pillar a pita ou os pitiños, terá unha gran riqueza, xa que a galiña converterase nunha moura que lle dará un tesouro ao afortunado".

Las mouras y princesas encantadas se extienden por la comarca, llegando hasta Ligonde y Tralocastro. Como la Virgen, cuya presencia en Leborei dotó a un manantial de fuerza curativa contra las verrugas. Con la legitimidad que aporta no ya la realidad impenetrable, fría, sino una energía superior irrebatible: la de la fe humana. "Éme igual que o creades ou non. Eu grazas á fonte de Sambreixo vin como un rapaz sanaba o sarampelo", cuenta una vecina. Y si ella lo vio... ¿Quién es nadie para decir lo contrario?

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