Licores cocinados a fuego lento

La melidá Casa Mejuto apuesta por aplicar el saber tradicional a la tecnología y conseguir así el máximo sabor en su producto ► "O que queremos é calidade na mesa", asegura su gerente

José Antonio Mejuto sujeta dos botellas de su nuevo vermú. J. VÁZQUEZ (Casa Mejuto, Melide)
photo_camera José Antonio Mejuto sujeta dos botellas de su nuevo vermú. J. VÁZQUEZ

José Antonio Mejuto lo tiene claro. "Aquí o control de calidade facémolo nós. Se non nos vale na nosa mesa, como vai valer para a dos demais?". Esta frase, sencilla en apariencia, esconde una verdad compleja y laboriosa detrás, y a la que no todo el mundo es capaz de llegar. La prueba del espejo. Y no hay mayor satisfacción para una persona que poder ofrecer lo que a uno le gustaría que le ofreciesen.

Casa Mejuto nació en Melide en 1954 de mano de Francisco y María. Ahora son José Antonio –tercera generación– y su familia los que llevan las riendas de esta casa de licores buscando el equilibrio perfecto entre la tradición y la innovación. Entre aquellos inicios de mediados del siglo XX y el futuro. Y, sobre todo, intentando lo más difícil, que el cliente no se quede a medias.

"Nós queremos vivir do negocio, pero non a costa do produto. Resultaríanos moito máis fácil producir doutra maneira, máis rápido e barato, pero ao final somos unha empresa familiar e o que queremos é poñer calidade na mesa", cuenta José Antonio.

La casa de licores ha experimentado a lo largo de dos años hasta dar con la receta de su nueva línea de vermú blanco y oscuro

El ejemplo más claro puede verse con una de sus últimas líneas de producto, el vermú que empezaron a comercializar el pasado verano. "Botamos dous anos de probaturas, investigando, e somos susceptibles a melloralo máis. Eleximos o viño dende a base, e macerámolo con 25 botánicos durante tres meses, dous en barrica de carballo e un máis na botella, para que se complete. Hai quen compra a base do vermú e lle bota dous polvos por riba. Nun día faise. Pero preferimos a maneira difícil polo resultado", explica Mejuto.

La casa de licores ha dado ya salida a su primera tirada de vermú y la segunda hornada se está cocinando "como con todo, a lume lento". Con la misma paciencia que el licor café, las cremas de licor o bebidas más innovadoras como el licor de piruleta.

"Nas novas instalacións temos aparellos que parecen moi modernos, e sono, pero están deseñados para simular os procesos antigos. Temos tanques nos que o licor cae por peso, non bombeado. O café móese no momento da mezcla e non antes, para que non se oxide. Todo coidado para que non se perda a esencia. E que guste", narra José Antonio. Pues que guste.

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