Agentes de la Guardia Civil impidieron que varias personas llegasen a okupar una vivienda situada en la parroquia palense de San Xiao do Camiño, cuyos propietarios residen habitualmente en Bilbao, a donde emigraron hace unos 50 años. Fue un maderista que trabaja en la zona el que se percató de que había movimientos en el domicilio y marcas de ruedas en la hierba que rodea el inmueble. Inclusó llegó a ver cómo una persona se colaba por una de las ventanas, tras lo cual dio la voz de alarma entre los residentes del lugar, tal y como relata Raúl Pena, el dueño de la casa, al que avisaron sus propios vecinos de lo que estaba ocurriendo.
Como resultado de la intervención, la Guardia Civil ha imputado en calidad de investigado a un vecino de Lugo de 28 años como supuesto autor de un delito de allanamiento de morada, después de "introducirse sin autorización en una vivienda, con la supuesta intención de okuparla". Además de esta persona, que al parecer cuenta con numerosos antecedentes y que ya ha sido puesta a disposición judicial, buscan a una mujer que presuntamente acompañaba al joven y que por el momento está en paradero desconocido, aunque la Benemérita sí conoce su identidad, tal y como confirmaron desde el instituto armado.
El titular de la casa y los familiares encargados de su supervisión aseguran que al interior del inmueble accedieron, al menos, otro hombre y una mujer que, al parecer, padece una discapacidad. Esta, concretan, habría sido trasladada por una ambulancia del 061 a un centro sanitario el mismo día en el que los agentes de la Guardia Civil procedieron a interceptar al joven ahora investigado.
Y aunque la voz de alarma saltó hace varios días, los residentes de la zona creen que lo más probable es que las personas implicadas en el allanamiento llevasen ya varios días residiendo en la vivienda: "Contáronme que tiñan dentro bolsas con roupa e as camas xa feitas", detalla Raúl Pena, que aún no pudo comprobar in situ los daños ocasionados en la casa, a la que regresa "no verán e algunhas veces no inverno", cuenta.
Aún así, este emigrante palense está convencido de que los que intentaron hacerse con su vivienda se llevaron consigo diversos objetos, además de haber destrozado "ventás e portas", pero agradece la implicación de los vecinos: "De non ser por eles, aínda estarían dentro", dice.