Los buzos no encuentran el coche del desaparecido en el embalse de Os Peares

El georradar marcó el miércoles un rastro, que pensaban que podía ser del vehículo de Emilio Pintor

Los buzos que se sumergieron este jueves en el embalse de Os Peares para buscar al hombre desaparecido solo hallaron una roca de grandes dimensiones en el lugar en el que este miércoles marcó un rastro el georradar. Por ahora continúan rastreando el río con el aparato.

Un equipo especializado en la localización de desaparecidos mediante la técnica del georradar estuvo durante toda la jornada de este miércoles peinando el embalse de Os Peares entre Belesar y A Cova. Después de varias pasadas por el cauce a bordo de una embarcación, el aparato detectó el rastro de un gran objeto en el fondo del río Miño, a 300 metros del puente del pueblo de Belesar, que se creía que podría corresponderse con el coche en el que el pasado 21 de febrero viajaba el vecino de Melide Emilio Pintor, del que no se sabe nada desde entonces.

El lugar ha quedado marcado con varias boyas a la espera de que entre este jueves llegase al lugar un equipo de buzos de la Guardia Civil para sumergirse y comprobar si realmente se trataba del turismo que conducía Pintor en la tarde de hace 13 días cuando hablaba a través de su teléfono móvil con su esposa, quien oyó, dijo, un fuerte golpe contra una masa de agua antes de perder la comunicación.

Un rastreo de la llamada localizó la señal en esta zona de Belesar a través de una antena de telefonía móvil que hay en el lugar, de ahí que la búsqueda se situase en este punto.

En la jornada de este miércoles, ese rastreo con un georradar llegado de la localidad murciana de Cartagena se prolongó desde las diez de la mañana a las seis de la tarde, cuando comenzó a oscurecer. El operativo fue seguido por varios familiares del desaparecido, quienes esperan saber si el coche y el cuerpo de Emilio Pintor están en el fondo del embalse, a una profundidad de entre 40 y 50 metros.

Desde el momento en el que la esposa de Pintor denunció su desaparición fueron numerosas las batidas que se realizaron a lo largo y ancho del río Miño entre Belesar y A Cova.

La última tuvo lugar el pasado domingo, en la que participaron más de 70 voluntarios sin que se hallasen restos que apuntasen un punto exacto en el que pudo caerse al embalse.

El lugar donde ahora se cree puede estar el coche del melidense se encuentra cercano al punto en el que en el año 2012 se precipitó al cauce una monfortina que en la actualidad tiene 40 años de edad, cuando había perdido el control del coche que conducía y tras caer por un terraplén de tres metros comenzó a sumergirse en el río. La monfortina tuvo la sangre fría de abrir la ventanilla de la puerta, salir del coche y nadar hasta la superficie para salvar su vida.

Comentarios