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El fin de las vidas políticas de Gato

Un supuesto caso de coronavirus en la vivienda comunitaria agrietó el pacto de gobierno con el PSOE y acabó por dar a Rocío Seijas la alcaldía
Gato y Seijas, los dos alcaldes que gobernaron Monterroso en 2020. ARCHIVO
photo_camera Gato y Seijas, los dos alcaldes que gobernaron Monterroso en 2020. ARCHIVO

El año 2020 marcó la retirada de uno de los regidores históricos de la provincia, el monterrosino Antonio Gato, quien se vio abocado a renunciar al cargo en julio después de protagonizar uno de los episodios más convulsos de la historia reciente de la política local. 

El veterano alcalde, quien bajo las siglas del PSOE ya había gobernado los destinos de la localidad entre 1999 y 2015, tomó de nuevo el bastón de mando tras imponerse a sus excompañeros socialistas por un solo y disputado voto en las elecciones de 2019. Sin embargo, su regreso a la alcaldía estuvo marcado por controvertidas decisiones que, en apenas doce meses, le llevaron a materializar dos rupturas de gobierno —con sus compañeros de Independentes por Monterroso (IxM), primero, y con el PSOE, después— no sin antes intentar entre medias gobernar en solitario durante varios meses a golpe de decretos. 

Pero si en el lodazal en el que a veces se convierte el ejercicio de la política el veterano exsocialista —llevaba 43 años afiliado al PSOE antes de abandonarlo en 2018 por diferencias con el entonces secretario provincial Álvaro Santos— siempre se había distinguido por esa habilidad felina de saber defenderse panza arriba, en esta ocasión la compleja situación municipal acabó por costarle las vidas políticas que aún le restaban por gastar. 

En apenas doce meses hubo dos rupturas de gobierno

La irrupción del covid-19 también alteró la política local de Monterroso y acabó por acelerar la caída de Gato. Cuando parecía que el acuerdo con los socialistas daría las suficientes alas al regidor para aprobar los presupuestos y seguir al frente del Concello, todo se agrietó irremediablemente cuando en marzo, saltó la alarma de un supuesto caso de coronavirus en la vivienda comunitaria

Antonio Gato reaccionó mediante un decreto que obligaba al cierre de la instalación, a lo que se opusieron sus socios de gobierno que enseguida se pusieron del lado de los trabajadores y los usuarios del centro. Al final, ni la residencia se cerró ni hubo contagios, pero Gato ya no logró salir de la Uci política en la que se encontraba. Acorralado y pendiente de que un juez dictaminara si podía seguir o no en el grupo independiente, el regidor decidía renunciar al cargo en julio para finalmente desaparecer de la escena política local. 

Rocío Seijas (IxM) fue nombrada alcaldesa unos días después, al lograr un pacto de gobierno con el PP. Desde entonces, aunque los vientos parecen más calmados en Monterroso, todos están pendientes por si aparece alguna racha que pueda romper la estabilidad.

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