Experiencia irmandiña

Una ruta a pie desde el balneario y una visita teatralizada al castillo de Pambre rememoran la historia de la fortaleza de Palas de Rei
Actores que protagonizaron la visita teatralizada al castillo de Pambre. EP
photo_camera Actores que protagonizaron la visita teatralizada al castillo de Pambre. EP

El castillo de Pambre regresó este sábado al Medievo. Los participantes en la visita teatralizada al recinto vivieron una experiencia irmandiña, nombre con el que bautizaron el evento los responsables del balneario Río Pambre, que se encargaron de la organización de este espectáculo entre lo épico y lo trovadoresco.

Los asistentes tuvieron la ocasión de conocer los rincones de este castillo del siglo XV, que se encuentra en un excelente estado de conservación. A sus puertas les esperaba el actor Suso Martínez, caracterizado como el historiador Vasco da Ponte, que ejerce como secretario de don Fernando de Andrade, noble que iba a celebra nupcias como la hija de don Sancho, señor da Ulloa y dueño de la fortificación. Suso Martínez les explicó la importancia histórica del castillo y sus elementos constructivos. Fue una visita simbólica ambientada en el epicentro de las guerras irmandiñas, un tiempo de inseguridad y rebelión en Galicia. En el interior de los muros del castillo, una figura casi fantasmagórica se hizo visible para los visitantes. Se trataba de la condesa de Ulloa, representada por Belén Espiñeira, quien les contó otros pormenores del lugar donde nació.

Para dar mayor verosimilitud al espíritu de la época no faltaron las cantigas interpretadas por un ministril, músico de la Casa de los Ulloa. Manoele de Felisa hizo sonar sus instrumentos de trovador para tocar temas del álbum Cancioneiro no Camiño, entre las que destacó una pieza del siglo XIII, escrita por Pero Amigo de Sevilla y musicalizada por el propio Manoele.

Para llegar al castillo, los visitantes recorrieron a pie, durante unos 45 minutos, el trayecto que separa el balneario de Pambre del monumento histórico. En este trayecto les acompañó un "pertegueiro" o portaestrandarte de los Ulloa, representado por el actor Daniel Lindh bajo el nombre de Beltrán. Este soldado mercenario refirió a los caminantes de los peligros de aquellos tiempos de guerra irmandiña, a la que sobrevivió la fortaleza de Pambre, y de los asaltos que podían sufrir los peregrinos.

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