Dolores Rodríguez, la abuela de Antas, cumple 105 años

La centenaria, que goza de gran vitalidad, celebró su aniversario junto a su hija. Presume de que "facía os mellores queixos da Ulloa"
Dolores Rodríguez junto a su hija María Digna. PORTO CHANTADA
photo_camera Dolores Rodríguez junto a su hija María Digna. PORTO CHANTADA

Con gran vitalidad y buen estado de salud la ulloana Dolores Rodríguez Blanco sopló hace unos días las 105 velas. Un aniversario muy especial que vivió junto a su hija María Digna, y que la convierte en una de las personas más longevas de Galicia.

Dolores Rodríguez Blanco nació en el lugar de Outeiro de Amoexa (Antas de Ulla) el 16 de julio del año 1914 en el seno de una familia de once hermanos. A lo largo de su vida aprendió varios oficios pero siempre se dedicó a las labores agrícolas o domésticas. Trabajó desde muy joven y cuando era adolescente su madre cayó enferma, por lo que tuvo que tomar las riendas de su casa y hacerse cargo de su familia. En ese momento se trasladaron a Vilasión, una aldea colindante con Antas, donde ejercieron de caseros.

Con 30 años Dolores se casó con José Gómez y tras fallecer sus padres tuvo a su única hija, María Digna. Veinte años más tarde se vio obligada a emigrar a Francia para ganarse la vida. Un viaje que hizo con mucho dolor al tener que dejar en Antas a su marido y a su hija. Pasó varios años en el país galo y de vuelta a su querida A Ulloa, con los ahorros conseguidos a base de esfuerzo y mucho trabajo, compró la propiedad de Amoexa, donde continúa viviendo actualmente con su hija.

UNA MUJER TODOTERRENO. Esta centenaria goza de gran vitalidad y su familia destaca que apenas acude al médico "só hai que controlarlle a tensión e o azucre", indican.

Hasta hace tres años la mujer seguía ocupándose de una pequeña explotación ganadera y elaboraba quesos, "os mellores da Ulloa, fixen miles ao longo da miña vida", destaca con orgullo. Actualmente su hija María Digna le ha tomado el relevo en la granja y se ocupa también de las labores de la casa.

La cumpleañera señala que la época de su niñez "nada ten que ver" con los tiempos actuales, aún así, es muy optimista con el futuro de las nuevas generaciones. En cuanto al secreto de su longevidad dice con gracia que "un vasiño de viño á comida non fai mal".

Esta vital ulloana ha sacado muchas conclusiones de su larga experiencia vital. Muchas han sido las vivencias después de 105 años pero señala que lo fundamental y lo más importante a tener en cuenta es "disfrutar da vida, que é moi curta".

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