El centro palense Aloumiño sopla las velas con esperanza

La primera iniciativa pedagógica en la comarca es un ejemplo de resistencia a pesar de la crisis

El centro pedagógico Aloumiño, de Palas de Rei, tuvo que cerrar sus puertas durante el estado de alarma, como tantos otros. Sin embargo, el significado de su nombre brilla ahora más que nunca a punto de cumplir siete años de historia el día 9 de abril.

Su impulsora, la palense Rocío García Pazos, no quiso perder las ganas de celebrar su andadura a pesar de esta situación, lanzando un mensaje de resistencia, porque "imos saír reforzados e Aloumiño tamén volverá cunha boa benvida". Esa fuerza con la que hoy explica lo mucho que echa de menos a "os meus nenos" es la misma con la que, al acabar sus estudios en pedagogía y procesos formativos, decidió apostar por lo que le apasionaba y por su villa natal, Palas de Rei, también en plena crisis. "Tiña clarísimo que quería exercer aquí", dice.

No solo en Palas, sino en toda la comarca de A Ulloa, no había un centro pedagógico de estas características, que apostase por potenciar el aprendizaje a través del juego. Las familias, además, comenzaron a demandarle actividades de animación, a las que también dio respuesta.

"Nesta crise os nenos dannos unha gran lección de vida, xa que saben estar contentos sen motivo", indica. Por eso insta a los padres, a los que el ritmo de el mundo había privado de tiempo con ellos, a "atendelos con paciencia". Ella lo hace a diario, con actividades, colaborando en Aulas Galegas y con los cientos de "aloumiños" que recibe de ellos, también a distancia.

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