La prisión de Monterroso acoge a 3 de los 22 etarras en cárceles gallegas

Otros diez presos de Eta están en Teixeiro y los nueve restantes, en A Lama

Prisión de Monterroso. AEP
photo_camera Prisión de Monterroso. AEP

Ibai Aiensa Laborda, Mikel Aiensa Laborda y Endika Lejarcegi Olabarrieta son los tres presos etarras que se encuentran ingresados actualmente en el centro penitenciario de Monterroso, donde, al igual que en otras cárceles, dejarán de estar en módulos especiales para pasar a otros normales.

En Galicia hay un total de 22 presos de Eta, de los que diez están en la cárcel coruñesa de Teixeiro, nueve en la pontevedresa de A Lama y los tres restantes son los ya mencionados del penal lucense de Monterroso, tal como recoge en su edición de este miércoles El Correo Gallego, que asegura que no son conflictivos y que su rutina está centrada en la lectura, el estudio y el deporte.

Eta tiene en las cárceles a cerca de 300 miembros, de los que 245 están en España y el resto en Francia, donde están recluidos algunos de los etarras con un horizonte penitenciario más largo; con todo, el descenso de su población reclusa es notable, pues hace una década rondaba los 800 presos.

Los que aún están entre rejas cumplen condena distribuidos en 44 cárceles españolas y 18 francesas, donde se concentran los arrestados de las últimas cúpulas, además de otro preso en una cárcel de Portugal, según los datos de la agrupación de familiares de presos etarras, Etxerat.

Solo desde el pasado año han abandonado su celda definitivamente Idoia López Riaño, La Tigresa, que se desvinculó de ETA en 2010 y que ha estado encarcelada 23 años; Felipe San Epifanio, Pipe, jefe del sanguinario comando Barcelona tras el mismo periodo entre rejas; o José Miguel Gaztelu, uno de los secuestradores del funcionario de prisiones José Antonio Ortega Lara.

En la lista de recientes excarcelaciones también figuran el dirigente sindical "abertzale" Rafael Díez Usabiaga tras seis años y medio de prisión por intentar reconstituir la ilegalizada Batasuna o Iñaki Igerategi e Ignacio Otaño tras cumplir condena por dar información para que la banda asesinara a Joseba Pagazaurtundua en febrero de 2003.

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