Galicia está repleta de lugares increíbles e impresionantes cascadas. Muchas de ellas están localizadas en espacios escondidos por lo que la visita se completa con un precioso paseo o hermosas rutas que permiten encontrarnos a nuestro paso diferentes especies de fauna y flora.
Con el verano, los lugares frescos y refrescantes en los que poder relajarse, lejos de las altas temperaturas y de las grandes afluencias de gente, se vuelven objeto de deseo para muchos viajeros que comienzan sus vacaciones.
Las playas, lagos o ríos suelen ser los destinos más demandados por la gente, pero las cascadas y cataratas son, muy posiblemente, uno de los espectáculos más hermosos que podemos descubrir en plena naturaleza.
Lugo se lleva el premio de las mejores cataratas teniendo en su interior tres atractivos parajes
En Galicia, debido a su gran cantidad de ríos, podemos disfrutar de un gran número de saltos de agua. A la mayoría de ellos se puede llegar por senderos o caminos habilitados pudiendo, en ocasiones, dejar el coche muy cerca de su localización. También existen algunos a los que es muy difícil acceder y requieren un poco de esfuerzo para localizarlos.
Entre la gran cantidad de cascadas que se pueden encontrar en toda la geografía gallega hay seis que merece la pena destacar.
La Seimeira de Vilagocende es un acierto seguro, siendo la cascada más grande de Galicia y parada obligatoria de los peregrinos que realizan el Camino de Santiago. Lugo se lleva el premio de las mejores cataratas teniendo en su interior la Fervenza de Augacaída, la de Santo Estevo do Ermo y el Pozo da Onza. En la provincia de A Coruña se encuentra la famosa Fervenza do Ézaro, la única en Europa que desemboca directamente en el océano. Y para terminar llegamos a Pontevedra, a la Fervenza do Toxa.
1. Seimeira de Vilagocende
Es la cascada más grande de Galicia y se encuentra en A Fonsagrada. Con una altura de unos 54 metros, es considerada la fuente sagrada de los peregrinos. Sus aguas son cristalinas y de gran calidad y está rodeada de un bosque de ribera.
2. Fervenza de Aguacaída
Se encuentra en el municipio de Pantón. Es una cascada de unos 40 metros de altura que la maleza había mantenido prácticamente inaccesible durante unas tres décadas. A día de hoy es una de las rutas más visitadas de la Ribeira Sacra.
3. Santo Estevo do Ermo
Se encuentra en Barreiros, con un salto de agua de unos 15 metros rodeada de riberas sombrías y húmedas con troncos cubiertos de musgo. Cuenta con una área recreativa junto a la Capela de Santo Estevo do Ermo del siglo IX.
4. Fervenza do Ézaro
Es una cascada que forma el río Xallas en su desembocadura al mar en Santa Uxía do Ézaro, una parroquia del ayuntamiento de Dumbría. Es la única en Europa que desemboca directamente en el océano y cuenta con 40 metros de altura.
5. Fervenza do Toxa
Es un salto de agua situado en la parroquia de Pazos, en el ayuntamiento de Silleda. Cuenta con una caída de cerca de 30 metros, todo rodeado de un denso bosque de carballos, castaños, alcornoques y decenas de especies más.
6. Pozo da Onza
Se encuentra en el ayuntamiento de O Valadouro. Se forma en el riachuelo Val dos Infernos, afluente del río Ouro. Tiene una caída de 20 metros de altura entre cuarcitas y en su base forma charcos y superficies tapizadas por liquenes y musgos.