El municipio de Mondoñedo es la mezcla perfecta de historia y cultura. Ubicado al norte de la provincia de Lugo, en plena comarca de A Mariña, de la que es capital, cuenta con un casco viejo declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1985 cuyo centro es la plaza de la catedral. Una catedral declarada, a su vez, patrimonio de la Humanidad en 2015 por la Unesco.
Y a esta riqueza arquitectónica se suma la riqueza de sus eventos culturales, claro reflejo de lo que representa la ciudad. Concretamente, tres de ellos destacan especialmente: la Semana Santa, el Mercado Medieval y las ferias conocidas como As San Lucas. Una buena forma de conocer Mondoñedo es a través de estas celebraciones, repartidas a lo largo del año.
¿Quieres saber más sobre ellas? Sigue leyendo y después comienza a preparar una escapada con los tuyos para vivirlas en primera persona.
Semana Santa
Mondoñedo, como cabeza de la diócesis desde el siglo XII y cabeza de la provincia homónima hasta 1833, es el punto central de la religiosidad del norte de la actual provincia de Lugo y de una parte de la provincia de A Coruña. Como tal fue la que marcó la pauta de la religiosidad que arraigó en la sociedad y que hoy se transmite no solo las gentes de la diócesis sino también a muchos visitantes de otras regiones de España.
La singularidad y el arraigo de esta Semana Santa viene dada por la propia idiosincrasia y evolución histórica de la ciudad de Mondoñedo y de su episcopado. La tradición hunde sus raíces en la época medieval (recordar que la Catedral, patrimonio de la Humanidad desde 2015, se consagra a mediados del siglo XIII) y desde allí es la cabecera del culto mindoniense y en ella se llevarán a cabo todas las celebraciones del calendario litúrgico en las que se incluyen los actos de Semana Santa.
En definitiva, la Semana Santa mindoniense es un conjunto singular de tradiciones que está fondamente arraigada en la sociedad. Con una profunda historia detrás de ella es un ejemplo de sencillez y sobriedad reflejo de la fe que allí se muestra. Constituye la expresión y vivencia de los misterios que se celebran en ella donde el pueblo participa con su presencia acompañando a las imágenes en la procesión con el silencio en determinados momentos o con cantos en otros, según corresponda, y eso es algo que viene marcado por esa tradición ininterrumpida y sumamente arraigada en la población.
Actos y procesiones
Los diversos actos procesionales de Mondoñedo buscan representar diferentes episodios de la pasión y muerte de Jesús. En las mismas, la gente participa asistiendo a los actos y acompañando las imágenes en las procesiones que van recorriendo las calles de Mondoñedo.
El modelo de procesionar consiste en hacer dos filas de gente por las aceras dejando el espacio central para que circulen las imágenes y los grupos acompañantes: porta estandartes, crucifijos, velas, acólitos, representaciones de romanos, grupos de tambores, cornetas y representantes de las autoridades religiosas y, en ocasiones, también laicas. Estas discurren por las calles de la ciudad que conservan todo su carácter histórico con un alto nivel de conservación de los valores que hicieron que Mondoñedo se declarara Conjunto Histórico-Artístico.
En estas calles estrechas y sinuosas se van moviendo las imágenes y con ellas la gente. La sobriedad es la nota de estas manifestaciones así como el silencio solo roto por los cánticos de la gente que acompaña las imágenes o el sonido de los tambores y cornetas que van en la comitiva.
Mercado Medieval
El Mercado Medieval se celebra en Mondoñedo desde hace más de 30 años. En la actualidad tiene lugar el segundo fin de semana del mes de agosto, siendo un evento que conjuga historia, gastronomía, cultura, música, juegos, animación, malabares, etc. en un entorno de ambiente festivo.
Nació en el año 1992 como iniciativa del Ayuntamiento a través de la Oficina municipal de Turismo con el fin de "agasajar" a los millares de visitantes que se acercan a la Mariña Lucense en los meses de verano. Así surge la idea de celebrar el Día del Turista a través de una fiesta que encajaba a la perfección con la estructura urbana y la historia de la ciudad de Mondoñedo: un mercado medieval. Por aquel entonces solo se celebraba en Galicia un mercado medieval, la Fiesta de la Istoria de Ribadavia, siendo el de Mondoñedo el segundo mercado medieval que nació en Galicia.
Después de dos ediciones de carácter reducido y local, el pueblo empieza a implicarse bien a través de la asociación Amigos del Mercado Medieval o de manera particular de forma más intensa tal y como acontece en la actualidad. El espacio inicial de celebración, se reducía a la Plaza de la Catedral y era de carácter abierto. Entre las actividades llevadas a cabo en las primeras ediciones, cabe destacar la Cena Medieval que tenía lugar en el claustro de la Seminario. Desde 1995 empezó a ser popular y abierta y a día de hoy sigue formando parte del programa de actividades.
En el año 2000 la celebración de la IX edición adquirió gran éxito, multiplicándose el número de puestos, atracciones y actividades y, por tanto, ampliándose el área de exposición y festejos a través de las calles próximas a la Plaza de la Catedral.
En el año 2004 cuando el Mercado Medieval pasó a durar dos días gracias al incremento en la demanda de visitantes y para capitalizar mejor la inversión realizada en los trabajos de ambientación. En el año 2006 se experimentó con la extensión a 3 días de celebración. Actualmente la celebración comienza el viernes por la tarde-noche y dura todo el fin de semana.
Desde entonces, el espacio de localización de puestos se extendió la varias calles llegando a superar los 160 puestos, como sucede en la actualidad, y contando cada vez con una mayor participación e implicación ciudadana.
Las San Lucas de Mondoñedo
Las San Lucas de Mondoñedo son las ferias más antiguas de Galicia y de las más antiguas que se celebran en España y en Europa. Su origen es medieval, pudiendo situarlas en el año 1156, momento en que el rey Alfonso VII concede a Mondoñedo el título de ciudad y se permite la celebración de mercados todos los comienzos de mes, así como ocho días de feria en el mes de agosto, en torno a la fiesta de Santa María.
Con el paso del tiempo va a suceder que estas ferias cambien de fecha y pasen a celebrarse en octubre, en el día de San Lucas (18 de octubre) y con eso tomen el nombre del patrón de ese día. La razón del cambio será, con seguridad, el calendario agrícola de la zona. Trabajos que, en agosto, están a pleno rendimiento de cosechas y en octubre, con todo ya en los cobertizos y antes de la llegada del frío, las gentes pueden dedicarse a las negociaciones y compraventas de todo tipo de productos.
Actualmente, las San Lucas son una feria moderna, adecuada a nuestros tiempos. Son feria, fiesta y cultura. En estos últimos veinte años, con la asociación As San Lucas al frente de la organización de las ferias, se renovó su espíritu y se actualizó. As San Lucas del siglo XXI recogen la tradición de los días de feria: 17, 18, 19 y 20 de octubre, y se suman a ellos diversos días con actos y actividades lúdicas y culturales que complementan la Semana Grande de Mondoñedo.
Según la tradición, el 17 es O Día das Vésperas, el día del montaje de todo: tiendas, puestos de comida, barracas de atracciones, pregón y, por supuesto, es el día de la llegada de los caballos a la ciudad. Manadas de caballos semisalvajes que son reunidos por los ganaderos en los montes de los alrededores y que van en procesión en grupos por las calles de Mondoñedo hacia O Campo da Feira para estar allí al día siguiente. Paseo equino que en los últimos años cogió categoría de símbolo por la espectacularidad del paso de cientos de caballos agrupados por las calles, desfilando ante la mirada atenta de las gentes que se amontonan en la ciudad. Y, como no, fiesta y animaciones en las calles y en la Alameda dos Remedios. Epicentro del ocio, frente al Campo dos Paxariños, que es el punto central del negocio.
El 18 es O Día das San Lucas. Feria, sobre todo, y negocio en torno al ganado equino. Cientos de ejemplares de caballos en O Campo dos Paxariños para su compraventa, ganaderos y curiosos moviéndose entre ellos y, más allá, productos agrícolas, maquinaria, puestos de comercio de todo tipo y ríos de gente por las calles dispuestos al negocio, a la curiosidad y a la fiesta.
