Una dramática escena al final del encierro deja 21 heridos y 3 corneados

Un embotellamiento frente a la puerta de la plaza de toros en la que acabaría el séptimo encierro de las fiestas ha causado una pavorosa situación de caos en la que los bóvidos empujaron intentando buscar un hueco entre la muchedumbre para acceder al ruedo.

La situación se saldó con 21 heridos, muchos de ellos con heridas por aplastamiento y tres fueron corneados, ahora ingresados en los centros del Complejo Hospitalario de Navarra. Dos de ellos se encuentran en estado grave.

Uno de los que tiene un pronóstico grave es el norteamericano Patrick E., de 20 años, al que han tenido que extirpar el bazo a causa de una cornada que ha penetrado en la cavidad abdominal izquierda con sangrado, por lo que ha tenido que ser operado de urgencia para practicarle una esplenectomia y se encuentra ingresado estable en planta en la Unidad de Reanimación postanestésica (URPA) del antiguo Hospital de Navarra, según el parte médico.

El otro corneado en estado grave es Diego Miralles, de Morella (Castellón), de 31 años, quien ha sufrido tres cornadas, una en la ingle derecha de seis centímetros, otra en la rodilla derecha, con trayectoria vertical de cinco centímetros, y la última en el muslo izquierdo, también de unos cinco centímetros.

Con pronóstico menos grave se encuentra hospitalizado J.B.P., de 42 años y vecino de Terrassa (Barcelona), el tercero de los corneados, quien ha sufrido en el callejón de la plaza de toros un pinchazo en el brazo derecho con doble trayectoria, una de cinco centímetros y otra de siete, y otra de seis en el axilar derecho.

Tras el encierro, ha sido trasladado también al Hospital de Navarra el norteamericano T.T., de 48 años, de Colorado (EEUU), con traumatismo torácico y fracturas costales múltiples y otra nasal.

El mismo que el del pamplonés X.I.D., de 32 años, que tiene un traumatismo en su pierna izquierda y que ha sido trasladado al Hospital Virgen del Camino.

Los dos últimos hospitalizados son J.A.F.G., de 34 años y natural de Velilla de San Antonio (Madrid), que tiene policontusiones, y el británico B.H., natural de Gales, que ha sido atendido de una fractura metafisiaria de radio.

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