Un vecino de San Clodio, herido al ser atacado dos veces por avispas asiáticas

El afectado, un sexagenario, encontró un nido en un árbol y lo roció con un aerosol, lo que provocó la reacción de los insectos ► Al volver al día siguiente, después de retirar el avispero los integrantes del GES, volvió a ser atacado por las que quedaban en el cerezo
El avispero de San Clodio
photo_camera El avispero de San Clodio

Un vecino del barrio de Pumares, en San Clodio (Ribas de Sil), resultó herido al sufrir dos ataques de avispas asiáticas. Uno fue cuando se iba a deshacer de ellas y otro al día siguiente después de eliminar el GES el nido. Esta es la primera constatación de la presencia de avispas velutinas en la comarca quiroguesa.

El afectado, de unos 60 años, se encontraba en su finca, el jueves por la mañana, cuando escuchó un ruido que llamó su atención y que procedía de un cerezo. Al acercarse, se percató de que eran avispas y fue a su casa a por un insecticida normal en aerosol, de tipo doméstico. Cuando estaba al lado del enjambre y al rociar el bote sobre un nido, salió un grupo de avispas y, al menos tres de ellas, le picaron en un brazo. Ante le reacción, y visto que el nido era distinto al de las avispas normales, avisó al equipo de Protección Civil de San Clodio.

Los agentes supervisaron la finca y subieron hasta la inmediaciones del avispero, emplazado entre las ramas, a unos cinco metros de altitu. Comprobaron que se trataban de ejemplares de avispa velutina. Por ello, y al no tener trajes especiales, avisaron al Grupo de Emergencia Supramunicipal (GES) de Quiroga, que recientemente fue dotado de equipos específicos para retirar los avisperos de este tipo con total garantía para su integridad física y del resto de las personas que pueda haber en las cercanías.

El personal del GES quirogués esperó a que se hiciera de noche para actuar con mayor garantía, puesto que sin luz, las avispas suelen estar menos activas. Una vez descolgado del cerezo, el nido fue quemado, tal y como determina el protocolo de los servicios del 112.

Los hechos ocurrieron durante la jornada del jueves. Al día siguiente, el propietario de la huerta volvió a ser atacado por unas avispas que habían quedado entre los árboles.

Fue entonces cuando se decidió a ir a centro de salud por miedo a tener una alta concentración de veneno. Dijo que durante la noche no tuvo problemas en las tres picaduras que recibió, tan solo un enrojecimiento de la piel, como suele ser normal con cualquier avispa, aunque tras el segundo ataque prefirió no esperara a una reacción. En el ambulatorio, le hicieron varias pruebas y le pusieron un medicamento inyectable para prevenir cual problema posterior.

Los técnicos especialistas en este tipo de caso aconsejan acudir la médico porque nunca se sabe que reacción puede originar la picadura de una avispa. Sobre las velutinas, se sabe que es menor la incidencia, si bien todo depende de las alergias y resistencia de cada persona.

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