Un fuego en el tanatorio de A Barrela calcina el primer piso y parte del bajo

Un incendio que se originó por causas desconocidas pasadas las nueve de la tarde de este sábado arrasó la parte alta del tanatorio que hay en A Barrela, municipio de Carballedo. Las llamas dejaron cuantiosos daños materiales en el primer piso y tejado de la edificación, que es utilizada como vivienda, pero también en la planta baja, que funciona como sala de velatorio. Un taller de carpintería adyacente se salvó de las llamas. No hubo que lamentar daños personales, ya que los propietarios no se encontraban en la casa desde hacía días al estar de vacaciones.

Fueron los vecinos los que alertaron de que algo iba mal al ver un intenso humo y llamas en la casa, situada en el centro de la villa, en el número 11 de la Avenida de Ourense. Avisaron a los bomberos de Chantada y mientras llegaban utilizaron cubos con agua y una manguera para contener las llamas.

Desde el parque comarcal chantadino desplazaron un camión nodriza y dos de apoyo. También se contó con la colaboración de dos carrocetas del servicio de extinción de incendios forestales.

El fuego estaba controlado al cierre de esta edición, aunque los bomberos iban a quedarse en el lugar toda la noche para refrescar los rescoldos y que las llamas no se reavivasen.

Fueron numerosos los vecinos de A Barrela que siguieron en directo las labores de extinción. Todos comentaban que la gran suerte fue que el tanatorio esté retranqueado unos diez metros hacia fuera de la calle, por lo que las llamas no podían afectar rápidamente a los dos edificios contiguos.

También indicaron que otro golpe de fortuna fue que no explotasen las bombonas de butano, según parece ser tres, que había en el interior de la vivienda, a las que incluso les saltó la válvula de seguridad. Destacaron además la rapidez con la que llegaron y actuaron los bomberos del parque comarcal de Chantada.

Asimismo, hasta el centro de la localidad de A Barrela en el que se produjo este siniestro, el servicio de emergencia del 112 movilizó dos ambulancias por si resultaba necesario atender a algún herido, que no hubo; así como a miembros de los grupos de Protección Civil de la comarca chantadina.

Numerosos agentes de la Guardia Civil se encargaron de controlar las calles adyacentes y desviar el tráfico.