El Consello Consultivo emitió un dictamen en el que propone indemnizar con más de 99.500 euros a un paciente que perdió la movilidad de uno de sus codos, al quedarle cristales dentro después de que le saturasen una herida en un centro médico. Los hechos datan de julio del 2007. El afectado sufrió una caída al salir de su coche y se cortó en un codo con unos cristales. Fue asistido en el centro de salud de Ribadavia, donde le saturaron la herida con restos todavía en el interior.
Al no mejorar, el reclamante tuvo que solicitar una incapacidad temporal. En una revisión, su médico de cabecera apreció la existencia de trozos de vidrio en el corte, por lo que solicitó que se le practicase una tomografía, en la que se confirmó la presencia de, al menos, 12 fragmentos. Ocho meses después del accidente, se procedió a la extirpación de alguno de estos residuos en un centro médico de Ourense.
Otra tomografía a la que fue sometido en diciembre de 2008 apreció alteraciones óseas degenerativas en la articulación de codo, además de "cuerpos extraños, probablemente metálicos" en la zona. En julio de 2009, el Instituto Nacional de la Seguridad Social lo declaró incapacitado de forma permanente para el desempeño de su profesión habitual.
Con todo, el Consultivo considera "correcta" la actuación del facultativo que atendió al accidentado en primer lugar, ya que el protocolo de intervención en este tipo de lesiones no establece la necesidad de hacer una radiografía. En cambio, sí califica de "insuficiente" la cirugía que le fue practicada una vez confirmada la presencia de cristales. "No existe justificación de cómo es posible que, tras la realización de una intervención quirúrgica expresamente dirigida hacia este fin, ésta fuese solo parcial", señala. Así, el órgano consultivo define el funcionamiento de los servicios sanitarios en este caso como "deficiente".
