Disuelven una fiesta con 200 personas en el colegio mayor de Valencia donde hubo un brote

El pasado mes de septiembre se celebró un festejo similar que originó un foco de infección por coronavirus
Alcohol y tabaco, dos de las drogas toleradas socialmente y cuya adicción lleva a muchos gallegos al Sergas. JAVIER CERVERA
photo_camera Bebidas alcoholicas en una fiesta. ARCHIVO
La Policía ha disuelto una fiesta con unas 200 personas en el colegio mayor Galileo Galilei de Valencia, un centro en el que ya se detectó un brote de coronavirus a finales de septiembre coincidiendo con el inicio del curso académico 2020-2021 también por una fiesta no autorizada.

La intervención policial se produjo alrededor de la medianoche a raíz de una llamada telefónica que informaba de actividades que no respetaban el toque de queda en este colegio mayor, situado en la avenida de los Naranjos, el campus de la Universidad Politécnica.

Los estudiantes, unos 200 y todos ellos residentes en el colegio, se concentraron en zonas interiores del edificio para realizar una fiesta no autorizada, han indicado fuentes municipales.

La dirección del colegio mayor ha relatado que poco después de la medianoche se produjo una concentración de estudiantes en zonas comunes del edificio cuando volvían de copas después del toque de queda y que se disolvieron cuando llegó la Policía, y ha resaltado que no se trataba de una fiesta organizada en las instalaciones de la residencia.

Fuentes de la dirección del Galileo Galilei han manifestado a Efe que el incidente se produjo poco después de las 12 de la noche, cuando algo más de un centenar de estudiantes volvieron a la residencia, después de haber estado tomando copas en zonas de ocio de la ciudad, antes de iniciar la semana de vacaciones de Navidad, apurando al máximo el límite del toque de queda para volver al colegio.

Algunos estudiantes intentaron seguir la fiesta en las zonas comunes, pero el personal de seguridad del centro les informó de que no podían permanecer allí y que debían ir a sus habitaciones, y al no hacerles caso fueron estos mismos agentes los que avisaron a la policía.

Fuentes de la Policía Nacional han indicado a Efe que cuando se personaron en el colegio mayor los estudiantes se retiraron a sus habitaciones por lo que no hubo necesidad de proponer sanciones ni realizar detenciones.

Fuentes de la dirección del Colegio Mayor han insistido en que no se trataba de una fiesta organizada sino de una concentración espontánea de los estudiantes tras una noche de copas.

En la madrugada del pasado 26 de septiembre, la policía disolvió una fiesta no autorizada en ese mismo colegio mayor, que fue el origen de un brotede coronavirus que con 168 contagios y que obligó a suspender durante unas semanas las clases en la Universidad Politécnica de València.

Sobre estos incidentes, el president de la Generalitat, Ximo Puig, ha anunciado que la Conselleria de Justicia ya ha iniciado una investigación y, de confirmarse los hechos, se tomarán medidas "contundentes e inmediatas" ante la grave "irresponsabilidad" tanto de los responsables de los participantes como del centro.

"Lo que ha pasado esta noche en este colegio mayor es de una enorme irresponsabilidad y tendrá el correlato en la trascendencia de las decisiones que se van a tomar", ha apuntado y ha incidido en que "en este momento se está haciendo acopio de toda la información y va a haber una respuesta contundente y de carácter inmediato".

Puig ha recordado que un anterior expediente por una fiesta ilegal "está en marcha" y "hay que hacer las cosas de acuerdo con la normativa" y ha añadido que "evidentemente habrá las sanciones correspondientes y cuando hay reincidencia se ha de actuar con más contundencia".

"El cierre no me corresponde a mí decirlo sino a las autoridades competentes pero (la sanción) será de la máxima contundencia porque es una grave irresponsabilidad. Es muy grave la irresponsabilidad de las personas que son responsables de ese centro", ha concluido.

Al respecto, el ministro de Transportes, José Luis Ábalos, ha apelado a la responsabilidad porque "sabemos las consecuencias" y ha indicado que "no se trata de limitar el ocio y la capacidad lúdica recreativa de nadie" pero hay que ser consciente de que "tiene consecuencias sanitarias" para los que participaron y para otras muchas personas, "especialmente para aquellas en situación de más vulnerabilidad". 

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