El chófer de un camión que circulaba en dirección Lugo por la Autovía del Cantábrico (A-8), portando una furgoneta de alquiler en el remolque, se salió de la vía en el kilómetro 526 de la infraestructura hacia las once de la noche de anteyaer. El vehículo arrastró consigo alrededor de 80 metros de quitamiedos que evitaron que alcanzase el viaducto de Coira, a la altura de Barreiros, desde donde podría haberse precipitado al vacío -el puente salva una altura de más de 50 metros-.
La Guardia de Civil Tráfico le practicó al conductor del camión varias pruebas, como el test de alcoholemia, que arrojó un resultado negativo. Lo más probable, al parecer, es que el chófer se quedase dormido por un instante. En cualquier caso, el vehículo hizo un efecto tijera antes de detenerse en la mediana de la infraestructura, a escasos 15 metros del puente.
Los quitamiedos que el conductor -que salió ileso del incidente- arrastró en su salida del vial también impidieron que el camión llegase a volcar.
Cuatro efectivos del parque comarcal con base en Barreiros, incluido el sargento, Fernando González, acudieron al lugar del siniestro para cortar y desmontar la bionda que quedó posicionada hacia el vial, con el consiguiente riesgo de accidente que podría conllevar de no retirarse a tiempo. Además, estos quitamiedos deben guardar una distancia de seguridad reglamentaria respecto a la calzada.
Los bomberos también contuvieron la fuga de gasoil, ocasionada por la rotura del tanque de combustible del camión accidentado, que acababa de llenar el depósito en Barreiros, con 3.000 litros.
Por fortuna, poca cantidad llegó a perderse y los efectivos desplazados evitaron más vertidos al taponar el depósito.
La Guardia Civil cerró al tráfico la parte del carril afectada por el accidente para que los bomberos pudieran realizar su trabajo con seguridad. Minutos más tarde, una grúa también se desplazó al lugar del siniestro para llevarse el camión accidentado.
La Guardia Civil mantuvo abierto el otro carril en el mismo sentido de la circulación, por lo que el accidente apenas afectó a la fluidez del tráfico.
O Fiouco
Tráfico intensificó ayer los avisos para que los conductores de la Autovía del Cantábrico (A-8) extremasen la precaución al circular por el alto do Fiouco, debido a la densa niebla que se empezó a acumular al anochecer. Al cierre de esta edición, este punto todavía seguía abierto para circular.
