El lobo suele ser el animal más peligroso y odiado para los ganaderos de la comarca chairega, que sufren de forma constante sus ataques, sin poder hacer nada para evitarlo. Sin embargo, el último caso, ocurrido en unos prados de Castro de Rei, nada tiene que ver con esta alimaña. Los autores, que mataron, despellejaron y se llevaron una veintena de corderos, son «un grupo» de ladrones con muy pocos escrúpulos.
El suceso, que se produjo en la madrugada del miércoles al jueves, tal y como constató la familia del propietario de los animales desaparecidos, ha dejado sobrecogidos a los vecinos de este municipio chairego, que todavía no se pueden creer que algo así haya sucedido.
El propietario, por su parte, que acostumbra a visitar a sus animales y a darles de comer tanto por la mañana como por la tarde, un día tras otro, se encontró el desgradable hallazgo a primera hora del jueves, al descubrir las cabezas y las pieles de los corderos.
Los cacos robaron también dos cabras vivas que estaban sueltas junto a los corderos en un prado en el lugar de As Teixoeiras
«Mataron 20 e sacáronlles a pel alí mesmo, só levaron a carne», cuenta su cuñada, mientras explica que todos creen -también el dueño de los animales- que los autores tuvieron que «traballar en grupo». «O meu home mata cordeiros e lévalle un cacho con cada un, así que tiveron que ser un grupo grande para actuar rapidamente», añade.
La finca donde se encontraban las reses, en el lugar de As Teixoeiras, entre las parroquias de Santa Locaia y Prevesos, está bastante aislada, no hay viviendas cerca, por lo que todo apunta a que los autores de esta matanza tuvieron la libertad de actuar con calma.
«Non hai casas ao pé e el vai ás veces tarde tamén mirar das ovellas, das vacas e de todos os animais que ten. Así que, alguén puido ver un coche por alí e non darlle importancia pensando que era o dono», relatan los vecinos, sorprendidos por este increíble suceso nunca visto hasta el momento en Castro de Rei.
Además de los 20 corderos, los ladrones se llevaron también dos cabras, en este caso vivas. «Non quedaron restos delas», comenta la cuñada del propietario, que asegura que es la primera vez que la familia tiene que hacer frente a un robo de estas características.
Lo más difícil de afrontar son las pérdidas «incalculables» para un ganadero que se dedica en cuerpo y alma a alimentar y mantener las más de 50 ovejas y otros animales que tiene en diferentes prados de As Teixoeiras y Toudal, siempre en libertad, tal y como cuentan los vecinos.
«Con isto fixeron o ano. E as perdas para el son moitas. Cada cordeiro pode valer entre 50 e 60 euros, e xa estaban listos para matar. Pero non só é iso, senón tamén todo o traballo que levan enriba, comprarlles a herba, ir velos, todo...», enumeran sobrecogidos sus familiares.
Ante este desagradable y atroz suceso, su propietario tomó la determinación de presentar una denuncia ante la Guardia Civil. «Sabemos que é moi difícil que atopen aos culpables, pero hai que intentalo polo menos», concluyen sus familiares, esperanzados en que este caso se resuelva.
