Un menor puede decir 'no' a un trasplante vital también en España

El caso de la niña británica que ha renunciado a someterse a un trasplante vital de corazón podría producirse en España, ya que la Ley de Autonomía del Paciente premite el rechazo formulado por un menor, siempre que supere los doce años.

Lo ha confirmado el ministro de Sanidad, Bernet Soria, en relación con la decisión de Hannah Jones, de 13 años, que ha convencido a los médicos para que no le hagan un trasplante de corazón, órgano que tiene gravemente dañado por la quimioterapia a la que fue sometida contra la leucemia.

El titular de Sanidad ha explicado que la Ley de Autonomía del Paciente respeta el derecho del enfermo a rechazar el denominado esfuerzo terapéutico, una decisión que tomará independientemente siempre que sea mayor de edad.

Ha puntualizado que en España no se conoce ningún caso en el que un menor se haya negado a recibir el trasplante de un órgano del que dependiera su vida, pese a que este país es el primero del mundo en donaciones y en este tipo de intervenciones.

Si no llegan a 12 años, deciden los padres
No obstante, ha precisado que en el supuesto de los menores de doce años la normativa española otorga la decisión final a los padres, como representantes legales del niño, siempre que estén asesorados por un equipo médico y psicológico.

Si el paciente supera los doce años, padres y facultativos deben consultar al afectado si desea someterse o no a esta intervenión, para tener en cuenta su opinión a la hora de actuar, como ha ocurrido en el Reino Unido.

Soria ha confesado que el caso de la niña británica es "complejo" desde el punto de vista jurídico y ético, y ha señalado que, precisamente por esto, "es muy difícil ponerse en el papel de los padres".

El rechazo es frecuente
El director general de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT), Rafael Matesanz, ha asegurado sobre este mismo asunto que el rechazo de los pacientes a someterse a un trasplante de órgano vital "ha ocurrido y ocurre con cierta frecuencia en España", aunque no se conoce el caso de ningún menor.

Tras reconocer que el de Hannah Jones es un caso "bastante extremo", ha esgrimido que en España la justicia ha dictaminado sobre situaciones en las que determinadas creencias religiosas impiden ciertos tratamentos, como el rechazo por parte de los Testigos de Jehová a recibir transfusiones sanguíneas.

Estas decisiones, comparadas con recibir o no una transfusión son "palabras mayores", ha matizado el experto, quien ha subrayado que los facultativos suelen respetar la libertad del enfermo que, tras años de sufrimiento, decide que "ya está bien".

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