La muerte digna y sin sombras de Eluana Englaro

Eluana Englaro, la italiana que murió el lunes tras 17 años en coma vegetativo, murió a causa de una crisis provocada por deshidratación, que le causó una parada cardiaca, según informa la prensa italiana. Los médicos que atendían a Eluana en una clínica de Udine dejaron de alimentarla artificialmente dos días antes, tras una batalla judicial de 11 años a cargo de su padre, Beppino.

Tras autorizar el tribunal Supremo a Beppino a desconectar a su hija, postrada en una cama sin consciencia y sin posibilidad de recuperación tras un accidente en 1992, los médicos de la clínica La Quiete de Udine dejaron de alimentarla el viernes pasado. Y ello pese a la fiera oposición del Gobierno de Silvio Berlusconi, que puso en marcha a la fiscalía de Udine para buscar un resquicio que frenase la desconexión y se puso en marcha a sí mismo con la aprobación exprés de un decreto que impidiese la muerte de la mujer.

La muerte de Eluana no apaga la polémica
El presidente de la República, Giorgio Napolitano, se opuso a este espasmo legislativo, con lo que se creó un conflicto institucional sin precedentes en Italia. Eluana acudió a acabar con el enfrentamiento y murió el lunes.

Según el protocolo, debía hacerse la autopsia al cadáver y ésta se realizó el martes. Las conclusiones: Eluana falleció por un "colapso cardio-circulatorio debido a la deshidratación", según asegura el diario italiano La Repubblica. Sostiene el diario que este fallecimiento estaba previsto en el protocolo médico elaborado de acuerdo con la Corte de Apelación de Milan.

En principio, estos resultados exonerarían a los médicos de cualquier persecución legal de que pudieran ser objeto, aunque hay que esperar a los resultados definitivos de la autopsia y de una prueba toxicológica practicada al cadáver de Eluana para descartar totalmente la intervención de los facultativos en su fallecimiento.

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