Investigan por maltrato psíquico al sospechoso de quemar la casa de su expareja en Valencia

El hombre ya quebrantó una orden de alejamiento decretada tras una denuncia interpuesta por la mujer por violencia doméstica, por la que fue detenido hace un tiempo

Un juzgado de la localidad valenciana de Catarroja investiga por malos tratos psíquicos habituales al hombre buscado por la Guardia Civil como sospechoso del incendio y la explosión de la casa de su expareja en el municipio de Albal.

El hombre ya quebrantó una orden de alejamiento decretada tras una denuncia interpuesta por la mujer por violencia doméstica, por la que fue detenido hace un tiempo.

Así lo ha confirmado a EFE el alcalde de este municipio del área metropolitana de València, Ramón Marí, quien ha explicado que el hombre estuvo tres meses contratado por el Ayuntamiento, que la mujer es de la localidad, que están separados y tienen dos hijos en común, un chico y una chica de 15 y 13 años, respectivamente.

El incendio se produjo sobre las 16.45 horas de este domingo y provocó una "explosión muy fuerte" que incluso hizo "moverse el edificio", según han relatado algunos vecinos al alcalde, que este lunes se ha desplazado hasta el lugar en la calle Acequia de Favara.

La mujer víctima de violencia machista y sus hijos se habían trasladado a vivir a casa de sus padres y abuelos, por lo que no ya residían en el piso incendiado propiedad de ambos, pero tenían algunos "fardos y enseres" preparados para llevarse y que, según Marí, han dificultado la tarea de los bomberos en la vivienda.

El alcalde ha asegurado que la pareja estaba separada y, aunque no ha concretado desde cuándo, sí ha confirmado que ella le había denunciado por violencia doméstica y el sospechoso rompió la orden de alejamiento, por lo que fue detenido "no hace mucho tiempo".

Marí ha confirmado que la mujer nació en esta localidad y que el sospechoso también es "conocido" porque había trabajado en programas de ayuda para personas con complicaciones económicas, por lo que "estuvo tres meses contratado por el Ayuntamiento".

Tras visitar este lunes al edificio, que tuvo que ser desalojado por la Policía Local tras la explosión, Marí ha comentado que "las bajantes de aguas residuales se han derretido por las altas temperaturas que sufrieron" y que, una vez la Policía Judicial ha terminado su trabajo, han de hablar con el seguro para que sus expertos analicen su situación.

Si no, serán los técnicos del Ayuntamiento los que se desplazarán al lugar para valorar el estado del edificio y que los vecinos puedan volver sin ningún contratiempo.

En ese sentido, Mari ha comentado que la pasada noche algunos vecinos pernoctaron en el edificio "con la recomendación de dejar las ventanas abiertas porque los gases que generan la combustión tardan en disolverse en el aire". 

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