Un fotógrafo de moda infantil, en prisión preventiva por abusar de niñas

El agresor entraba en el vestuario, las fotografiaba desnudas, les realizaba tocamientos o les preguntaba si habían tenido sexo
Imagen de un vehículo de la Guardia Civil. EFE
photo_camera Imagen de un vehículo de la Guardia Civil. EFE

Un fotógrafo de moda infantil en un estudio del distrito de Usera se encuentra en prisión provisional desde mediados de abril cuando fue detenido tras presuntamente abusar de más de una decena de niñas durante sesiones de fotos que organizaba para campañas ficticias.

Los presuntos abusos que condujeron a su arresto han sido revelados este miércoles por Telemadrid y confirmados a Efe por fuentes de la investigación.

Fue en marzo durante una sesión de fotos a dos hermanas cuando este fotógrafo, de 51 años y con antecedentes por delito de estafa, presuntamente entró en el vestidor habilitado en el estudio para fotografiar a dos niñas que estaban desnudas y realizarles tocamientos.

La madre de las menores, que esperaba fuera del estudio, se enteró de lo sucedido y amenazó con denunciar en la Guardia Civil de Colmenar Viejo, si bien finalmente el 11 de abril el fotógrafo acudió a la comisaría de Latina para ser detenido.

Desde ese momento la Unidad de Atención a la Familia y la Mujer (Ufam) se ha hecho cargo de la investigación y, por el momento, han reunido once denuncias por los mismos hechos. Todas ellas de niñas de entre 11 y 9 años. Otras 15 familias han acudido a informarse sobre el caso.

Las denuncias vienen de distintas puntos de la Comunidad de Madrid como Leganés, San Lorenzo de El Escorial, Velilla de San Antonio, El Bolao, Getafe, Parla o Colmenar.
El Juzgado número 39 de Madrid se ha hecho cargo del caso, que está en fase de instrucción, y decretó prisión provisional para este hombre.

Este hombre llevaba más de diez años siendo fotógrafo de moda infantil en un estudio de Usera y, por las denuncias, siempre actuaba de la misma manera. 

Pedía a las menores que se cambiaran solas, sin los padres. Reclamaba fotos en bañador sin ropa interior. También se hacía el despistado para entrar en los vestuarios mientras las niñas se cambiaban.

Hacía preguntas comprometidas a las menores como si han tenido sexo o las han tocado o se han masturbado o les ha bajado la regla.

No entregaba todo el material a los padres, se quedaba con las imágenes en las que las menores salían con poca ropa, y se inventaba campañas para sacar fotos a los menores.

Una de las menores denunció que le tocó el trasero y otras que les dijo que se tumbara en el suelo y le empezó a hacer cosquillas en la zona vaginal por encima de la ropa. En dos exploraciones la UFAM identificó otros dos abusos sexuales.

También invitaba a las niñas y a las madres a planes en La Bombilla o el Parque de Atracciones. En una de esas excursiones una de las menores aseguró que le tocó el culo y a la madre le propuso hacer unas fotos en las que salieran las dos desnudas.