El hombre acusado de coaccionar y quemar la casa de su ex en Dumbría pide no pasar más de cuatro años en prisión

El fiscal solicita que sean quince y la acusación particular sube hasta diecisiete

El hombre que reconoció haber coaccionado a su expareja y haber quemado la entrada de su casa en el municipio coruñés de Dumbría ha pedido este jueves no pasar más de cuatro años en prisión, aunque el fiscal solicita que sean quince y la acusación particular sube hasta diecisiete.

La Audiencia Provincial de A Coruña ha acogido entre este miércoles y este jueves el proceso contra un varón de 33 años natural de Cee, que se ha declarado autor de un delito de coacciones graves con el agravante de disfraz y de un delito de incendio.

En su informe, el fiscal ha eliminado los casi 6.000 euros de responsabilidad civil, ya abonados, y ha mantenido su petición de tres años por las coacciones y otros doce por el incendio.

La acusación particular añade 8.000 euros por daños morales, aumenta en dos años la pena de prisión por el incendio y sube desde siete hasta diez los años de alejamiento.

Los hechos ocurrieron entre octubre y diciembre de 2014 en Dumbría, en el entorno de la localidad de Olveiroa, donde residía la víctima.

Su defensa solicita, en cambio, que las coacciones sean consideradas en su grado más leve, que lo mandarían a prisión entre seis y doce meses, por lo que habría cumplido la pena, ya que lleva desde hace un año en prisión provisional.

Por el delito de incendio espera que lo condenen a entre uno y tres años porque dice que no existió riesgo para la vida de las personas que residían en la casa y que se trató de un fuego de pequeñas dimensiones.

Las dos penas comportarían un máximo de cuatro años de cárcel, aunque tendrá que ser el tribunal el que decida en la sentencia tras el reconocimiento de los hechos por parte del acusado.

este miércoles, en su declaración, éste confesó que abordó a la que fue su pareja entre agosto y octubre de 2014 el 6 de diciembre para amedrentarla mientras ella conducía.

Él iba en otro coche con dos personas, que no están sentadas en el banquillo, y consiguió que ella se detuviese, tras lo que, encapuchados, fueron hacia ella con una pistola de juguete para infundirle temor.

Reconoció también que la noche del 15 de diciembre se acercó a la casa de la víctima y arrojó una botella de plástico en la entrada que había rociado con un litro y medio de gasolina y le prendió fuego, con lo que causó daños a la zona de acceso de la casa.

La víctima recordó el suceso del coche, que piensa que estuvo a punto de acabar con ella fuera de la carretera, y añadió que todavía sufre secuelas por el incendio.

"Si se me pega un coche por detrás, tengo miedo. Todos los días que voy para dormir tengo que mirar todas las ventanas. No he vuelto a dormir una noche entera", concluyó.

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