El casero de Majadahonda tenía cuchillos, hachas y un machete en el sótano

El hombre permanece arrestado por la desaparición de una inquilina de su casa
Registro en casa de la tía del casero detenido, natural de Lugo.
photo_camera Registro en casa de la tía del casero detenido, natural de Lugo.

El hombre arrestado por la desaparición de su inquilina en Majadahonda (Madrid), natural de Lugo, tenía en el sótano de la casa en la que vivía la mujer un maletín con cuchillos, hachas y un machete, junto a la trituradora en la que aparecieron "restos de sangre y posibles restos de carne y óseos" de ella. Así se refleja en sendos autos dictados el 8 y el 22 de abril por el titular del Juzgado de Instrucción 1 de Majadahonda, en el que ha recaído la investigación por la desaparición de Adriana Giogiosa Nasini, que era inquilina del detenido, y de Lidia H.H., tía del arrestado -Bruno H.V-.

El magistrado levantó el secreto de sumario sobre este causa el pasado 23 de abril y hoy se han conocido tres autos fechados los días 8, 10 y 22 de abril. El juez incide en "la gravedad de los hechos" y en "la alarma social" que ha generado, y relata lo encontrado en los registros de la vivienda de Majadahonda y en el piso de Móstoles en el que residía el detenido. Detalla que los restos encontrados en la trituradora de grandes dimensiones que estaba en el sótano de la vivienda de Majadahonda se corresponden al 99,9999% con el perfil genético de Adriana que se extrajo de la ropa de la mujer y de sus familiares.

En ese sótano, recién pintado, se halló "un maletín con armas blancas" que contenía "un cuchillo y machete de carnicero y un cuchillo de caza", así como hachas. Dentro del mismo maletín había varias piezas de una máquina de picar carne manchadas de sangre. Y cerca de ese maletín estaba esa "gran máquina de picar carne con lo que parecen restos de sangre y posibles restos de carne y óseos", que luego se demostró que corresponden a Adriana.

Junto a esos "instrumentos de carnicería" -en palabras del juez- también se encontraron en el sótano dos preservativos, uno abierto y otro sin abrir, así como bolsas con material de limpieza con ticket de compra reciente. En el registro del domicilio de Móstoles los agentes encontraron un guante de látex con joyas de la mujer manchadas de sangre, además de su pasaporte en vigor y las llaves y la documentación de su vehículo, pero no así su teléfono móvil.

Sobre el teléfono de Adriana, el juez explica que existen indicios de que estuviera en manos de otra persona, ya que sus familiares recibieron mensajes "supuestamente mandados" por ella "que no se corresponden con su estilo, forma o manera de escribir o de expresarse y que son contradictorios e incoherentes entre sí". En algunos de los mensajes "dice que se ha mudado, en otros que está de viaje por Europa, en otros que se compró una casa en Italia y en otro que tiene el teléfono roto". Por todo ello, el juez ordenó el pasado 10 de abril el ingreso en prisión del casero al considerar que "existen indicios suficientes de que el detenido fue quien cometió o participó en los hechos".

El magistrado justificó también el ingreso en la cárcel al imputarle delitos castigados con penas superiores a los dos años, por la violencia y gravedad así como por el riesgo de fuga y la necesidad de asegurar los medios de prueba y evitar su desaparición. El magistrado incide en las "versiones contradictorias" dadas por el arrestado durante el registro del piso de Majadahonda y en que fue el último en ver a la desaparecida.

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