"Cupido me envió un rayo que por poco me fulmina", dice el cura de Santa Cruz

Un relámpago explotó el cuadro eléctrico de la nueva iglesia de la localidad de Oleiros con 160 niños dentro, que no resultaron heridos. Es la segunda vez que un hecho así le sucede al párroco

Un rayo explosionó el cuadro eléctrico de la iglesia nueva de Santa Cruz, en Oleiros (A Coruña), con 160 niños dentro, pero ninguno de ellos ha sufrido daños, tan solo un gran susto que el párroco, José Carlos Alonso, confiesa vivir por segunda vez sin miedo pese a que "no hay dos sin tres".

El susto fue "muy gordo" pero no es el primero de este tipo que sorprende a José Carlos Alonso, que revivió este domingo un suceso igual al que le ocurrió en otra iglesia coruñesa en A Pobra do Caramiñal. "Me persiguen los rayos y no hay dos sin tres", dice incluso desafiante. Su teoría es que, dado que el suceso ocurrió este domingo, día de San Valentín: "Cupido manda flechas y como los curas no nos casamos lo que me envió fue un rayo que por poco me fulmina", explicó.

José Carlos Alonso describió a Efe este incidente, uno de los tantos que ha provocado el temporal estos días en Galicia y que ocurrió a la una menos cuarto en la iglesia nueva de Santa Cruz. El rayo entró por el campanario, bajó por el sistema de electricidad hasta la sacristía y salió por la misma toma de luz hacia fuera, provocando la explosión del cuadro de electricidad de la iglesia. Justo lo hizo cuando acababa de terminar la misa de doce y había 80 niños en la iglesia y otros tantos en los locales contiguos asistiendo a la catequesis, mientras el coro estaba ensayando, que "se llevó la peor parte".

"El ruido fue impresionante", recuerda Alonso, que detalla que el reloj de las campanadas "saltó por los aires" y golpeó a un chico, sin mayores consecuencias. La iglesia es de hormigón y el eco "es terrible", por lo que la reverberación tan grande del trueno hizo llorar a los niños.

En este caso, en el que el párroco confiesa no haber pensado en Muxía, donde un rayo quemó el templo, había un pararrayos y en el exterior, la única huella del incidente es que la cruz está un poco quemada y hay un hierro descolgado, que fue por donde entró el rayo.

Los técnicos valoran en estos momentos los daños en la iglesia y supervisan eventuales incidencias en la megafonía, instalada hace diez días, el proyector audiovisual, la alarma y los ordenadores del aula de informática. "Todo lo que era eléctrico saltó por los aires" pero la estructura de la iglesia no resultó dañada, tan solo los aparatos eléctricos, de los que se han encontrado trozos a veinte metros de distancia.

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