Condenan a los padres del Cuco y un supuesto confidente por quebrantar una orden de alejamiento

Deben pagar una multa de 2.520 euros cada uno de ellos por no respetar la distancia con la familia de Marta del Castillo

El juez de lo penal 10 de Sevilla ha condenado a los padres del Cuco, el menor condenado por encubrir la muerte de Marta del Castillo, y a un supuesto confidente policial a una multa de 2.520 euros a cada uno de ellos por quebrantar la orden de alejamiento de la familia de la menor asesinada hace siete años. En la sentencia dictada este martes, a la que ha tenido acceso Efe, el juez considera culpables a Rosalía García Marín y Ángel Romero Cid, padres del Cuco, y a Pablo Bonilla, el supuesto confidente al que la Policía calificó de "delincuente" en el juicio celebrado la semana pasada, en el que también dijo que solo les ofrecía "paparruchadas".

El juez rebaja la multa que pedía la Fiscalía para cada uno de ellos, que se elevaba a 6.480 euros, porque considera que en este caso se han producido dilaciones indebidas, ya que el quebrantamiento de la orden de alejamiento de 50 kilómetros de la familia de Marta del Castillo ocurrió en noviembre de 2010, y el caso no se ha juzgado hasta enero de 2016.

En los hechos probados, el juez considera que el supuesto confidente, que entregó en el juzgado 600 horas de conversaciones que grabó, se puso en contacto con el grupo de menores de la Policía Nacional para comunicarles que el fin de semana en el que se produjeron los hechos, sin precisar el día concreto, la familia del menor tenía la intención de trasladar a este a Sevilla. "La Policía Nacional, al recibir esta información, no acordó ninguna medida en concreto; no estableció ningún control en carretera para interceptar el vehículo de Pablo; no le dio ninguna instrucción a Pablo sobre cómo actuar; el coche de Pablo no fue balizado, ni acompañado por dos coches de la policía judicial en el itinerario que llevaba desde Cádiz hacia Sevilla", señala la sentencia.

De esta forma, el juez desacredita la versión ofrecida por Bonilla en el juicio, donde dijo que un coche policial camuflado les seguía, que el control policial estaba previsto y que les aguardaba en la autopista.

También dijo que la policía instaló en su coche una radio-baliza para controlarlo en todo momento y que tenía instrucciones de conducir el coche para evitar cualquier intento de fuga por parte del Cuco o generar situaciones peligrosas para terceras personas. "La detención del vehículo en el que viajaban los coacusados se produjo en un control preventivo, aleatorio, de los que se establecen todos los fines de semana y cuya finalidad principal es la búsqueda de drogas o de sustancias prohibidas", añade el fallo judicial.

El vehículo fue parado en el peaje de la Autopista Sevilla-Cádiz, a 26 kilómetros de la capital hispalense, "por circunstancias concretas que se desconocen", añade el juez. Por el quebrantamiento de la medida cautelar, el menor Francisco Javier G.M., conocido como el Cuco, fue condenado por el juzgado de menores en una sentencia dictada por expresa conformidad del acusado, recuerda el juez.

El menor, junto a sus padres y al supuesto confidente, viajaban en el mismo vehículo tras recogerlo en el piso tutelado de la Bahía de Cádiz en el que estaba interno y, según su madre, se dirigían a un cumpleaños en Las Cabezas de San Juan (Sevilla) aunque se pasaron la salida de la autopista, versión que no cree el juez. Familiares de Marta del Castillo, al término del juicio, lamentaron que Bonilla recibiera ese maltrato por parte de la policía, circunstancia que también resaltó el abogado del supuesto confidente.

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