El hombre que dio una patada en la cara a un rival en un partido de fútbol de veteranos en la comarca de Pontevedra en 2010 se ha declarado hoy culpable y ha aceptado una pena de un año y medio de prisión, que evitará, por carecer de antecedentes, si paga 8.000 euros de indemnización.
El juicio previsto para esta mañana no se ha celebrado finalmente tras el acuerdo entre las partes, después de que la fiscalía redujese su petición inicial de cárcel de dos años y tres meses para el acusado.
Los hechos se produjeron en un partido entre el Tenorio y el San Antoniño, cuando el agresor saltó desde el banquillo y propinó una patada en la boca a la víctima, que estaba en el suelo tras un lance previo. El golpe le hizo perder dos dientes.
Preguntado por la poca frecuencia con que las agresiones en los deportes llegan a la justicia penal, el fiscal jefe de Pontevedra, Juan Carlos Aladro, ha comentado a los medios que el fútbol "debe ser un ejemplo para la sociedad".
"Estas agresiones", ha dicho, "son inaceptables. ¿Y si lo mata?, se ha preguntado.
El agredido ha declinado, por su parte, hacer declaraciones, pero ha indicado que sigue jugando al fútbol.
