Dos empleados de una conocida compañía de cobro de morosos con sede en Santiago se desplazaron a la parroquia ribeirense de Aguiño a intentar saldar una deuda con una familia que los recibió entre insultos y los acabó golpeando con una barra de hierro, además de destrozarle el coche fúnebre que esta peculiar empresa utiliza para llamar la atención cuando acude por un cobro pendiente. Las víctimas de la agresión cuentan en la denuncia interpuesta que llegaron al domicilio señalado, donde un menor comenzó a tomarles fotografías con un móvil.
Cuando le reprendieron por hacerlo salió una mujer de la casa, a la que pidieron los datos para corroborar que fuese la deudora. Pero esta respondió con insultos, tras lo que apareció en escena un hombre que pegó a uno de los empleados, además de cogerle el móvil y romperlo contra el suelo. También rajó las ruedas del coche fúnebre —rotulado con las llamativas insignias de la empresa— y facturó todas las lunas.
Ante la violencia empleada, las víctimas huyeron, pero todavía quedaba la agresión más grave: el varón los alcanzó y les pegó con una barra de hierro hasta que lograron huir.
