Cae una banda que obligaba a extranjeras a prostituirse en Álava y Burgos

La Guardia Civil ha detenido en Euskadi y Burgos a siete personas por formar parte de una banda que supuestamente obligaba a prostituirse a mujeres extranjeras a las que traían a España con falsas ofertas de trabajo.

Según han informado la Subdelegación del Gobierno en Álava, las detenciones se han practicado en Vitoria, Tolosa (Gipuzkoa), Burgos y Miranda de Ebro. Dos de los detenidos -un vecino de Vitoria que posee un club de alterne y un ciudadano búlgaro- han ingresado en prisión, mientras que el resto han quedado en libertad con cargos.

El operativo, denominado operación Kurvaro, comenzó en septiembre del año pasado después de que una de estas mujeres, de nacionalidad búlgara, y que residía en Miranda de Ebro, denunciara haber sido víctima de este engaño.

La Guardia Civil de Álava y el Juzgado de Instrucción número 2 de Vitoria iniciaron entonces una investigación por posibles delitos de explotación de mujeres en Vitoria y Miranda de Ebro. Las pesquisas permitieron descubrir toda una red delictiva dedicada a la explotación de mujeres de origen extranjero e implicada en otros delitos, como el de tráfico de drogas.

La primera detención tuvo lugar el pasado abril en Miranda de Ebro, una localidad burgalesa que limita con Álava. Fueron arrestados tres ciudadanos búlgaros, de 28, 66 y 27 años (éste último está en prisión), que se lucraban explotando sexualmente a una compatriota, a la que habían inducido a ejercer la prostitución aprovechándose de su estado de necesidad y vulnerabilidad.

La mujer era obligada a mantener relaciones sexuales en el interior de un piso de Miranda de Ebro prácticamente las 24 horas del día y por cada cliente que tenía les debía pagar un tanto por ciento bastante elevado.

Dos de los detenidos, estaban vinculados a un club de alterne de la esa misma localidad, por lo que la investigación se centró en determinar si existían otras mujeres en idéntica situación de explotación sexual y trata de seres humanos.

Los agentes identificaron a dos personas más -que según se comprobó después dirigían y coordinaban la trama- y la investigación se trasladó a Vitoria, donde regentaban un club de alterne.

La Guardia Civil, que descubrió la relación de los sospechosos con el tráfico de drogas, detuvo a finales de mayo en Briviesca (Burgos) al dueño del establecimiento, de 57 años, y a otro hombre de 44, ambos españoles. Además, les intervino cierta cantidad de cocaína.

En el registro de la vivienda del propietario del club se localizó además una pistola del calibre 22 sin registrar, por lo que a este hombre -que se encuentra en prisión- se le imputan los delitos de trata de blancas, tráfico de drogas y tenencia ilícita de armas.

Posteriormente, se arrestó en Burgos a un español de 47 años que tenía en su poder bastante cantidad de cocaína (en total los agentes incautaron casi medio kilo) y que en el momento de la detención se resistió y causó lesiones a uno de los guardias civiles. Por este motivo, está acusado de resistencia grave a la autoridad, además de traficar con drogas.

Por último la Guardia Civil detuvo en Tolosa (Gipuzkoa) al socio del local de alterne de Vitoria, de 55 años, acusado también de un delito de trata de blancas.

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