El abogado José Luis Gutiérrez Aranguren, que representa a Rosario Porto, la madre Asunta Basterra, ha lamentado hoy que los investigadores presenten contra él una denuncia por presuntas calumnias y ha asegurado que se defenderá.
"Estoy absolutamente tranquilo. Yo sé hacer mi trabajo. Igual no puedo decir lo mismo de otros. Buscaré un despacho que me defienda", ha declarado ante los informadores en los momentos previos a acceder a los juzgados de Fontiñas para asistir a los testimonios por videoconferencia de distintos familiares del hombre cuyo perfil genético coincide con el de la mancha de semen de la camiseta que llevaba la menor de 12 años.
El periódico La Voz de Galicia informó de que los agentes presentarán una denuncia por calumnias contra Gutiérrez Aranguren después de que éste insinuase la existencia de presuntas presiones para cambiar las versiones de algunos testigos.
"No van a conseguir que desvíe" la línea de defensa, ha garantizado esta mañana el letrado, quien añadió que hoy mismo presentará una demanda contra un psiquiatra que atendió a su patrocinada por las distintas declaraciones realizadas por este profesional en las que cometió "un delito de revelación de secretos clarísimo".
Respecto a las diferentes informaciones que sitúan a Alfonso Basterra, el padre de Asunta, con la niña la noche de su fallecimiento, ha señalado: "Tengo que analizar con calma esas declaraciones pero en principio parecen incompatibles" con lo grabado por las cámaras del Parlamento de Galicia.
De las declaraciones de este miércoles, ha apuntado que existe un "dato objetivo", un rastro en la ropa, y un "desmentido de los biólogos de la Guardia Civil de que no ha habido contaminación alguna".
Por ello, ha recriminado que desde Galicia se mantenga que existió una transferencia accidental y ha agregado que "gente del entorno" de este hombre "no da informaciones muy convincentes".
Los padres de Asunta, Rosario Porto y Alfonso Basterra, están encarcelados en el penal coruñés de Teixeiro desde el 27 de septiembre acusados de la presunta comisión de un delito de asesinato.
Los investigadores creen que no hay más culpables que la abogada y el periodista y piensan que ambos habían estado haciendo acopio de pastillas, presuntamente para drogar a la niña de altas capacidades que iba un curso adelantada.
