Venciendo las barreras en el Camino

Un barcelonés peregrina en silla de ruedas para pedir mejoras en accesibilidad y reunir fondos para investigar las lesiones medulares
Óscar Jiménez, junto a uno de los acompañantes, durante una etapa
photo_camera Óscar Jiménez, junto a uno de los acompañantes, durante una etapa

Hace tres años le cambió la vida al barcelonés Óscar Jiménez al quedarse parapléjico por ''un fallo en el diagnóstico'', pero es ''un culo inquieto'' y la pasada semana se lanzó a un reto: recorrer el Camino en una bicicleta anclada a su silla de ruedas para completar cerca de 800 kilómetros que lo llevarán este jueves hasta Compostela.

Con esta aventura de ''superación personal'' quiere dar visibilidad a las personas con una lesión medular, reivindicar la mejora en accesibilidad y recaudar fondos para investigar esta enfermedad, según explicó ayer el catalán durante un descanso en Sarria.

Las donaciones se recogen en la página web www.soyoscarjimenez.com y se destinarán a Predif (una entidad que trabaja para la promoción del turismo accesible en España) y Cidif (Centro de Investigación en Discapacidad Física de Aspaym Castilla y León).

Óscar Jiménez, quien va acompañado por otras cuatro personas, comenzó su viaje en Roncesvalles y cada día completa una media de 100 kilómetros. La etapa de ayer lo llevó desde Vega de Valcarce hasta Palas de Rei, haciendo un alto en Sarria para comer y recargar su vehículo. El peregrino recorre la ruta en una bicicleta anclada a una silla de ruedas, que cuenta con un cambio de diez marchas y fue cedida por la empresa Quickie.

ACCESIBILIDAD. Reconoció que la experiencia está siendo ''muy dura'' y que las fuerzas ya ''flaquean'', pero ''donde no llegan los brazos, llega la mente''. Para el catalán, la subida de Cruz do Ferro fue lo más complicado porque el asfalto ''no estaba en condiciones'' para la silla de ruedas. Él debe completar toda la ruta por carretera porque el trazado original del Camino es ''inaccesible''.

Denunció que muchos locales no están adaptados para personas con discapacidad ni en pueblos ni en grandes ciudades. Puso como ejemplo la Calle Laurel, una zona muy conocida de Logroño, donde no pudo entrar en ningún establecimiento, afirmó. ''Trato de dar visibilidad para que los locales y las Administraciones tomen conciencia de que hay que hacer muchas cosas en accesibilidad'', señaló el barcelonés, quien también destacó el cariño de los peregrinos. ''Sobre todo desde León y en Galicia el apoyo que recibimos en todos los locales es brutal'', afirmó.

Al mismo tiempo él y sus acompañantes graban un documental para compartir la experiencia en las redes sociales y en su página web, señaló el catalán, quien está parapléjico, perdió el oído derecho y tiene la vista afectada.

Todo comenzó en marzo de 2012, cuando fue operado por una hernia discal, ''que al final se descubrió que no era tal''. ''En la intervención me reventaron el saco dural, que contiene un líquido llamado cefalorraquídeo'', explicó. Desde entonces lleva siete operaciones y su caso se encuentra en los tribunales.


Su experiencia la narra en el libro ‘Imposible’, publicado el pasado año, apuntó Óscar Jiménez, a quien este jueves le espera la Praza do Obradoiro para recibirlo tras completar su hazaña.

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