Una verdad sobre Anna Allen: posó para la revista Playboy

La actriz de 'Cuéntame' mintió sobre muchas cosas, pero no dijo nada de que había sido portada de la publicación como "sensual playmate"
Anna Allen, en 'Playboy'
photo_camera Anna Allen, en 'Playboy'

Días después de que se destapara el juego de mentiras que había tejido la actriz gerundense Anna Allen sobre su vida, con invenciones como que había estado en la entrega de los premios Oscar, ha trascendido que en el año 1999 había posado para la revista Playboy, donde se presentaba como "una sensual playmate española". Entonces se hacía llamar Anuska y trataba de hacerse un hueco en el mundo de la interpretación.

La portada en la que aparecía fue usada en el proceso judicial contra un hombre al que la actriz acusó de violación. Según El Mundo, Anna Allen demandó a Manel Ortega años después de haber mantenido relaciones sexuales en una discoteca. Tal y como asegura este diario, los hechos ocurrieron el 5 de agosto de 1995, cuando ambos se encontraron en un local de Sant Cugat del Vallés (Barcelona). "La conocí porque salía con un amigo, al verla me puso loco y pensé 'a ver si un día'...". No tuvo que esperar porque poco después tuvieron sexo en un cuarto de baño. Más tarde ella dijo que había sido forzada por él, pero el abogado defensor de este tiró de la revista erótica para negar que fuera tan pudorosa como ella afirmaba ser. Al final no la creyeron y la acusación quedó en el aire.

Las redes sociales continúan debatiéndose ante la polémica generada por Anna Allen tras hacer pública una foto supuestamente manipulada en la alfombra roja de los Oscar, un montaje que ha generado diferentes versiones sobre los motivos que la han llevado a mentir sobe su biografía profesional. Los juicios en redes sociales, especialmente en Twitter, se dividen entre los que critican las presuntas mentiras de la actriz y los que, echando mano del humor, alaban su "talento" con la herramienta Photoshop y estudian con lupa los documentos gráficos que Allen había subido a sus perfiles en redes sociales para mostrar supuestos logros de su carrera profesional. Ya hay quien la compara con el pequeño Nicolás. Con una diferencia clara: en el caso del joven las fotos de sus acompañantes eran auténticas.

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