Los trabajos de conservación en el eucaliptal de Chavín terminarán este viernes, según las previsiones de la Consellería de Medio Ambiente, que ya instaló la valla de pino que impedirá un gesto tan repetido como abrazar a O Avó pero que, según insisten, tiene como objetivo protegerlo y evitar más daños en su sistema radical, en sus raíces, que en cierto modo se asfixiaban con cada pisada sobre el terreno.
A falta de pocos días para que termine la actuación, el grueso del trabajo está hecho y solo faltan detalles como la colocación de carteles informativos. En concreto, habrá un cartel explicativo del Souto da Retorta como Monumento Natural, otro específicamente sobre O Avó y un tercero pegado al río que dará información sobre sus especies, como «o salmón, o reo ou o mexilón», avanzan desde el departamento autonómico.
Además de la instalación de la valla para proteger a O Avó, se llevaron a cabo otras actuaciones, como la eliminación de pies de eucaliptos muertos o dañados -contemplaban retirar 79 de ellos-, la poda en altura por motivos de seguridad de ramas secas y muertas pegadas al sendero o la eliminación de acacias, una especie invasora en el eucaliptal en cuyas cepas aplicaron un herbicida para evitar que continúen reproduciéndose. Por contra, se plantaron frondosas caducifolias autóctonas para enriquecer el paraje, entre las que hay fresnos, avellanos, robles o castaños.
El grueso de los trabajos está hecho y solo falta la instalación de carteles informativos sobre el Souto da Retorta, O Avó y el río
Otras trabajos menores fueron la retirada de los restos de las cortas y mejoras en infraestructuras, como en vallados ya existentes o en el canal del río, donde llevaron a cabo tareas de mantenimiento.
La Consellería de Medio Ambiente inició el 21 de septiembre la ejecución de estos trabajos, que tuvieron un presupuesto de 40.000 euros y que deberían estar terminados en un máximo de tres meses, por lo que se cumplen los plazos. La decisión de llevarlos a cabo la tomó el departamento autonómico tras conocer los resultados de un estudio fitosanitario del Souto da Retorta que realizaron Conservación da Natureza, la USC y la Estación Fitopatolóxica do Areeiro. El informe apuntaba que había hongos en los árboles y en el suelo, además de insectos que se alimentaban de las hojas de los eucaliptos, lo que provocaba que muchos estuvieran secos.
Las actuaciones fueron bien recibidas por el Concello, que cada cierto tiempo reclama mejoras en el eucaliptal. Además, pedía que no se llevaran a cabo en verano debido al alto número de visitantes que no podrían acceder a este monumento natural.
