Una pantalla para controlarlo todo

Para Vinton Cerf, considerado uno de "los padres" de internet y vicepresidente de Google, el móvil debería detectar automáticamente los dispositivos cercanos en cualquier sala o habitáculo para adaptarse instantáneamente a ellos y "entenderlos" para comunicarse e interoperar de acuerdo a las órdenes del usuario
La interconexión de los dispositivos móviles con otros electrodomésticos comienza a ser una realidad
photo_camera La interconexión de los dispositivos móviles con otros electrodomésticos comienza a ser una realidad

Con el reto de universalizar la relación máquina-hombre y facilitarle la vida al usuario con el "internet de las cosas", Google se propone que el móvil se generalice como pantalla única de control de infinitos sensores y aparatos a la vez, ha dicho a Efefuturo su jefe evangelista de internet, Vinton Cerf.

Para Vinton Cerf, considerado uno de "los padres" de internet y vicepresidente de Google, el móvil debería detectar automáticamente los dispositivos cercanos en cualquier sala o habitáculo para adaptarse instantáneamente a ellos y "entenderlos" para comunicarse e interoperar de acuerdo a las órdenes del usuario.

Google está haciendo "un gran esfuerzo" para "facilitar el uso y un acceso fácil y sencillo de la tecnología a todos", que es precisamente uno de sus grandes desafíos, ha destacado este experto internacional en computación, con galardones tan prestigiosos como el Premio Turing o el Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica.

Vinton Cerf ha participado esta semana, en Madrid, en una conferencia sobre retos y desafíos de internet, en el marco de las actividades del 50 aniversario de la llegada al Campus de Moncloa de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Telecomunicación (Etsit) de la UPM.

En una entrevista con Efefuturo, ha insistido en que, en un futuro próximo, todo estará conectado a internet.

En el hogar, por ejemplo, las lavadoras, los frigoríficos o los microondas; y habrá sensores de temperatura, de humedad, de consumo de energía en cualquier lugar. Y el ciudadano llevará pulseras para el control de sus parámetros biológicos e incluso prótesis conectadas o chips digeribles, que requerirán el respectivo control de todos ellos.

En este entorno de dispositivos por todas partes, no parece lógico que el ciudadano "tenga que leerse decenas de instrucciones técnicas" a la hora de querer beneficiarse de su uso, cada vez que llegue a un nuevo entorno inmobiliario, se mude de casa o se aloje durante un tiempo en un hotel o en la vivienda de unos amigos, ha advertido.

Tampoco parece viable convivir con montones de mandos programados para controlar cada sensor, y todo apunta a que "el internet de las cosas" y "las ciudades inteligentes" habrá de imponer ecosistemas tecnológicos de manejo mucho más sencillos en la interconexión con el usuario.

La gente cambiará de vivienda, y en el nuevo inmueble se encontrará con sensores de anteriores inquilinos que querrá incorporar a su vida; a su vez, otros muchos quedarán atrás disponibles para otras personas. Y en este mundo de idas y venidas, los aparatos deberían manejarse fácilmente para ser introducidos en "nuestras vidas" de manera natural, ha insistido.

Cualquier dispositivo pequeño, como el móvil o un reloj "inteligente" habría de estar capacitado para aprovecharse tecnológicamente de cualquier gran pantalla en las cercanías, como la televisión, para mejorar de forma sencilla la experiencia del usuario al consumir la información.

Según Vinton Cerf, la privacidad de los datos es uno de los desafíos en este ámbito de la conexión automática de dispositivos; la confidencialidad y la seguridad de la información son requisitos prioritarios, ha señalado.

Ha aprovechado para referirse a "la voz" como otro de los ámbitos con enorme proyección de desarrollo en los próximos tiempos: lo intrínseco al hombre no es teclear sobre una pantalla para comunicarse sino "hablar".

De hecho, según Cerf, Google avanza intensamente en este ámbito de reconocimiento oral y comprensión verbal de distintos idiomas por parte de las máquinas.

En un futuro, personas con problemas por ejemplo de vista podrían hablar sencillamente al móvil para pedirle menos calor o volumen de la televisión no sólo en casa, sino nada más llegar a un hotel o a un nuevo habitáculo, sin tener que programar ningún tipo de sistema, sino que lo haría automáticamente su aparato.

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