Un nuevo fármaco para la diabetes tipo 2 ayuda a controlar la tensión y la glucemia, a la vez que adelgaza

La liraglutida, un nuevo tratamiento para la diabetes tipo 2 que ya está a la venta en las farmacias españolas, ayuda a perder peso y a controlar la presión arterial a la vez que regula la glucemia.

La doctora Susana Monereo, jefe de la Sección de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario de Getafe, ha explicado este martes, en una rueda de prensa, que cuatro millones de españoles padecen diabetes 2, lo que constituye de por sí un factor de riesgo cardiovascular. De estos pacientes, ha agregado, en torno al 80 % tiene también sobrepeso u obesidad, una situación que empeora la posibilidad de sufrir complicaciones.

A estos enfermos va dirigido el nuevo fármaco, que se inyecta por vía subcutánea una vez al día y de manera independiente de las comidas. "Los resultados de los ensayos clínicos realizados con liraglutida demuestran que controla la glucosa de forma mantenida en el tiempo a la vez que ayuda a reducir el peso y la presión arterial sistólica, y actúa beneficiosamente sobre las células beta del páncreas, las productoras de insulina", ha manifestado Monereo.

FAVORECE LA SENSACIÓN DE SACIEDAD
Así, ha destacado cómo a diferencia de otras terapias para el control de la diabetes tipo 2, cuyo efecto inmediato es el incremento de volumen, con liraglutida los pacientes pueden perder entre un 10 y un 15% del peso.

Se trata de un fármaco con una homología al GLP-1 (péptido glucagón tipo 1) natural del organismo, una hormona secretada por el intestino cuya función es regular los niveles de glucosa manteniéndolos en rangos de normalidad. "Cuando comemos, el GLP-1 se libera estimulando la secreción de la insulina del páncreas y haciendo que el vaciamiento gástrico sea más lento", ha comentado Monereo, quien ha añadido que actúa además a nivel del sistema nervioso central favoreciendo la sensación de saciedad.

En los pacientes con diabetes tipo 2, se ha observado que la hormona GLP-1 está disminuida y, por tanto, pierden la capacidad para regular los niveles de glucosa. En su opinión, este doble efecto de control de la glucemia y de la pérdida de peso que aporta esta terapia "supone un gran beneficio en el control de la diabetes".

Monereo ha esgrimido, además, que representa una mayor comodidad para el paciente frente a otras que requieren de adecuación horaria y ajuste de dosis, ya que se administra una sola vez al día de manera independiente de las comidas. Asimismo, al no requerir ajustes de dosis, no es preciso que el paciente se haga mediciones diarias de glucosa.

Domingo Orozco, médico de familia del Centro de Salud de San Blas-Unidad de Investigación San Juan (Alicante) y miembro del grupo de diabetes de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (semFYC), ha informado de que la diabetes tipo 2 afecta a entre el 10 y 14 % de la población española. "Al aumentar la prevalencia de la obesidad en nuestro país, se ha incrementado también la de diabetes 2", ha apostillado Orozco, quien ha recordado que el sobrepeso produce resistencia a la acción de la insulina, lo que acaba provocando el fracaso del páncreas en la producción de esta hormona y la aparición de diabetes.

El doctor ha hecho hincapié en que las pequeñas pérdidas de kilos en los pacientes con diabetes disminuyen las cifras de glucemia, de presión arterial y de lípidos. Por eso, ha concluido, es tan importante que una persona que es obesa y que tiene diabetes consiga pérdidas de peso, aunque sean del 5%.

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