Un 'Mosquito anti botellón' que sólo pica a los jóvenes

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Se llama Mosquito, y aunque su mayor característica también es la emisión de un molesto zumbido, difiere bastante del familiar insecto. Se trata de una pequeña caja metálica que emite un desagradable sonido que sólo molesta a los menores de 25 años. Radia un pitido en una frecuencia entre 16,5 y 17,5 Khz que resulta discriminatorio generacionalmente debido a un fenómeno de la naturaleza humana: la prebiacusia, por la cual el pavellón auditivo envejece y pierde la sensibilidad a las frecuencias por debajo de 15,5Hz.

Países como Gran Bretaña ya han sabido ver la utilidad del 'Mosquito device' como arma de control social y utilizan su insoportable sonido para evitar el vandalismo o las reuniones ruidosas de los jóvenes. Sin embargo, en otras naciones como Francia o Bélgica la sociedad no ha permitido la utilización de esta tecnología de control de los individuos.

El invento fue diseñado por el ingeniero Howard Stapleton, después de que su hija de 14 años volviera de la tienda sin poder comprar nada porque en la puerta había un grupo de gamberros. Su precio es de unos 700 euros y ya se han vendido unas cinco mil unidades en todo el mundo.

 


¿Que ejemplo tomarán las ciudades españolas?

La situación preocupa también en España, donde la pregunta de si las ciudades estarían dispuestas a hacer uso del 'Mosquito device' para evitar el fenómeno del botellón está todavía en el aire.

En A Coruña, el colectivo de artistas, musicólogos y antropólogos Escoitar.org, ha decidido instalar el primer 'Mosquito' para ''arañarnos y transtornarnos e introducir en nuestra vida un componente de desasosiego, de búsqueda y de duda que nos haga despertar conciencias'', según indica el antropólogo y artista sonoro Chiu Longina.

Este grupo de activistas sonoros prepara para este jueves una exhibición del uso del Mosquito. Dentro del contexto de las actividades de Outonarte, promovidas por el concello, y en el marco de un taller sobre Tecnologías Sonoras de Control Social, Chiu Longina colocará en una plaza de la ciudad un mosquito, para observar las consecuencias de dicha arma, y abrir el debate sobre su utilización.

Al amparo de la ley
La legislación española sobre los sonidos es bastante laxa. Tal y como indica Chiu, sólo hay prohibiciones sobre la cantidad del sonido, pero no se dice nada sobre los aspectos cualitativos de este. Por lo tanto adquirir un Mosquito es tan fácil como comprarse un altavoz y un amplificador, y además es inofensivo para la salud humana.

Su aceptación legal podría traer detrás una aceptación social que provocaría una brecha generacional entre adolescentes y adultos. El Mosquisto ''criminaliza a alguien por el simple hecho de tener una edad'' asegura Chiu, que considera necesario ''solucionar el problema antes de que se instale''.

El 'Mosquito' no tiene efectos dañinos para la salud, es inofensivo. Si se pone en una plaza pública un altavoz sencillo emitiendo el llanto desesperado de un bebé o el sonido de la agonía de un animal los efectos serían los mismos, la diferencia es que el 'Mosquito' sólo lo escuchan los menores de 25 y es ahí donde está precisamente el problema de base que la sociedade debe enfrentar.

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