Otros ejemplos de integración

Derribando tópicos hacia la integración social

Marco Pereira Oliveira, de 22 años, estudia Administración e Finanza en el IES Perdouro y su sueño es ser periodista

La vida de Marco Pereira Oliveira, un joven de 22 años ciego de nacimiento, no ha sido un camino de rosas, aunque en la actualidad atraviesa quizás por su mejor momento y no duda en confesar que es feliz. Sus nuevos amigos y sus proyectos de futuro, que pasan por estudiar Periodismo, tiene buena culpa de su buen estado de ánimo, al que sin duda contribuye el éxito del programa ‘Grandes voces do noso mundo’, que cada viernes presenta en Radio Burela junto a su compañera del IES Perdouro Helena Valle. 

La pasión por la radio le viene de niño. "Sempre me acompañou, porque é un medio moi descritivo", explica, mientras rememora que sus primeros pinitos fueron en el instituto de Xove, localidad en la que reside, "gravábamos no recreo, porque non podiamos emitir en directo", dice. 

Un intento que se tornó en realidad cuando pudo hacer su propio programa en Radio Valadouro, ‘Grandes voces’. "Adicábamos cada programa a un músico o un grupo", recuerda el joven, que pudo repetir experiencia este año en la emisora burelesa, de la mano de Matías Nicieza con el que trabajó en O Valadouro, donde la radio ya no emite. 

El programa actual busca promocionar a artistas de raíces gallegas y, además de dar a conocer su música, hacen una entrevista en directo con algún cantante que, a su vez, recomienda a otro artista, lo que les ha permitido importantes descubrimientos. 

Marco se maneja a la perfección con el WhatsApp y en redes sociales

Los guiones los elabora Marco, que cuenta con la incondicional ayuda de Cristina Ramudo, su profesora de Pedagogía Terapéutica desde que empezó secundaria y que se ha convertido "nos meus ollos" durante la última década, como le gusta decir a Marco. La docente se encarga de pasar a braillie los guiones, al igual que hace con los apuntes de clase, y lo primero que llama la atención son la cantidad de hojas que ocupa en el lenguaje diseñado para personas ciegas. "Por dúas follas que teño eu, Marco igual ten dez", cuenta Helena Valle, que participa con él en los programas desde su primera emisión, el 22 de enero. 

Un primer directo que fue un "bonito desastre", recuerdan entre risas, pues aunque ambos tenían experiencia –Helena tiene otro programa en la misma emisora– coordinarse no fue fácil, porque la lectura en braillie es más lenta. "Tocáballe no brazo para avisalo de que tiña que falar e axudábaoo se se perdía co guion", recuerda Helena, que es un auténtico torbellino de actividad y se ha convertido en la compañera perfecta para Marco, mucho más tranquilo. 

Los nervios, después de catorce programas celebrados el pasado viernes, han permitido una perfecta sincronización, que se da también fuera del estudio y Helena se ha convertido en una de las mejores amigas de Marco. 

NO SIN SU MÓVIL. La joven recuerda que al principio pensaba todo lo que le decía, por miedo a incomodarlo, "pero un día atrevinme a preguntarlle" y después de ese primer por qué vinieron muchos otros, que han consolidado su amistad. "Non hai nada da miña vida que Helena non saiba", afirma el muchacho, quien se maneja a la perfección con las redes sociales y tiene una impresionante soltura con el WhatshApp. 

Marco no esconde que tuvo una infancia "dura", al no lograr integrarse con el resto de niños y quedar fuera de sus juegos. "Gustáballes o fútbol e a Playstation, así que imaxínate", dice. 

Marco: "Os libros, aínda que os haxa en braille, non pagan a pena, porque aparte do custo pode chegar a ser 18 volumes dunha soa materia"

Una soledad a la que se vio forzado por el hecho además de que se negaba a aceptar su enfermedad y soñaba con que un día podría ver. No fue hasta la adolescencia, como recuerda Ramudo, en que fue plenamente consciente y eso fue un punto de inflexión para mejor, aunque aún se encuentra con la intransigencia de muchos. "Hai xente que me di por que non me poño gafas e iso é só porque lles molesta verme", cuenta, a lo que Cris Ramudo replica de inmediato que "hai xente que ve, pero que é cega". 

Tras acabar el Bachillerato, que cursó en San Cibrao, se matriculó este curso en el Ciclo Superior de Administración e Finanza en el instituto burelés, unos estudios que "creo poden abrirme as portas para o mundo laboral", aunque su sueño pasa por ser periodista, una carrera que ya está cursando un amigo en Santiago y que le mantiene al día. "Xa lle digo que me garde os apuntes para que Cris os vaia pasando a braille porque vaille levar un mundo", dice en un guiño a su profe, consciente del esfuerzo que supone para ella pasarle los textos de clase. "Os libros, aínda que os haxa en braille, non pagan a pena, porque aparte do custo pode chegar a ser 18 volumes dunha soa materia", recuerda. 

Además de los apuntes, los exámenes se adaptan a su discapacidad. "A verdade é que estou moi orgulloso de todos", asevera Marco, a quien la única pega que pone al centro es su accesibilidad, que le obliga a tener que usar el bastón, "a miña arma" a menudo. 

En el Perdouro también están encantados con el entusiasmo de Marco, quien es incluso un revulsivo para otros alumnos, que se han contagiado de su esfuerzo para aplicarse en sus estudios. "É algo bidireccional", comentan desde el centro, donde están implicados un gran número de profesores y alumnos. Entre estos últimos está Mónica Palacios, que se encarga del blog del programa de radio, una actividad que se enmarca dentro del Programa Burela que se desarrolla desde el centro para fomentar el uso del gallego en todas las facetas de la vida.

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