Un estudio cifra en 8.000 las intoxicaciones al año por comer boquerones en vinagre

Los resultados revelan que en España de cada 10.500 menús hay un caso de anisakiasis

En España se registran unas 8.000 intoxicaciones al año por anisakis asociadas con el consumo de boquerones frescos en vinagre, según un estudio del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad de Aberdeen, en Escocia. Ambas instituciones han colaborado en la realización del estudio sobre la anisakiasis en España, patología principalmente gastrointestinal causada por una parasitación activa por larvas del género anisakis a través del consumo de pescado crudo o poco cocinado parasitado, informó el CSIC en un comunicado.

Los resultados revelan que en España de cada 10.500 menús de boquerón en vinagre hay un caso de anisakiasis, lo que representaría aproximadamente 8.000 casos de anisakiasis/año asociados al consumo de este producto, siendo Andalucía, Madrid, Cantabria y País Vasco las comunidades con una mayor incidencia. Los detalles del estudio, que se enmarca en la tesis doctoral que realiza Miguel Bao, han sido publicados en la revista científica Scientific Reports, del Grupo Nature.

Bao explica que el nematodo anisakis desarrolla su ciclo de vida en el medio marino, donde frecuentemente parasita numerosas especies de peces y cefalópodos con el objetivo de alcanzar su hospedador final, especialmente cetáceos, a través de la cadena trófica. Sin embargo, el ser humano también puede convertirse en un hospedador accidental a través del consumo de pescado crudo parasitado.

La infección por anisakis puede causar una enfermedad zoonótica denominada anisakiasis, de sintomatología leve o grave, en cuyo último caso requiere de hospitalización. La incidencia de la enfermedad en España es desconocida y, en general, se considera una enfermedad infradiagnosticada e infradeclarada, señala Bao.

Ello se debe, en su opinión, a las dificultades para diagnosticarla debido a la ausencia de síntomas específicos o a la falta de investigación clínica, y a que puede no ser reportada porque no es una enfermedad de declaración obligatoria. Los científicos recomiendan evitar la reinfestación de larvas vivas en el medio marino por los procesos de evisceración a bordo, mejorar el control del parásito a lo largo de la cadena de valor del pescado y enfatizar en la necesidad de mantener la cadena de frío y la evisceración temprana de los boquerones.

Adicionalmente, sugiere campañas de educación para concienciar de la necesidad de congelar el pescado que vaya a ser consumido crudo, marinado o ligeramente cocinado. En la elaboración del estudio han participado el grupo de Ecobiología y Biodiversidad Marina del Instituto de Investigaciones Marinas del CSIC, en Vigo, y la School of Natural and Computing Sciences y School of Biological Sciences de la Universidad de Aberdeen.

Además, han colaborado el Hospital universitario La Paz de Madrid y universidades y centros de investigación de Italia (Sapienza University of Rome) y Croacia (Institute of Oceanography and Fisheries).

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