Una prueba que se organiza en todo el mundo

Un ciclón sobre el asfalto

Un accidente la ató a una silla de ruedas, pero Nuria López, vecina de O Saviñao, no se conformó y va camino de convertirse en una atleta que dejará huella. Su sueño ahora es hacerse con una handbike y competir en carreras de todo el país
Nuria López, con el trofeo de una de sus carreras
photo_camera Nuria López, con el trofeo de una de sus carreras

Cuando estaba a punto de cumplir seis años un coche la atropelló justo delante del colegio de Escairón. El accidente la dejó en una silla de ruedas y Nuria López Fernández, que ahora tiene 26 años, se vio obligada a dejarlo todo y empezar de nuevo. Atrás quedó la gimnasia rítmica y otras experiencias que le están reservadas a cualquier niño de su edad y, por delante, un duro camino que afrontar.

El golpe fue bestial para ella, para sus padres y sus abuelos, pero, pese a su corta edad, Nuria López se propuso hacer una vida completamente normal. Se adaptó pronto a la silla y aprendió a hacerlo todo rápido y bien. Cambió la gimnasia rítmica por la natación y por el tenis y a los 17 años hacía lo mismo que todos los adolescentes, salir de fiesta con sus amigas a Monforte.

Después llegó la universidad y Nuria López se fue a Vigo a estudiar Administración y Dirección de Empresas. Se sacó el carné de conducir y hace dos años decidió hacer las maletas de nuevo y marcharse a Madrid para terminar allí la carrera. A sus padres no les gustaba la idea porque estaban acostumbrados a ver cada fin de semana a su única hija, pero ella le echó valor y dio el paso. Vida nueva, universidad nueva y amistades nuevas en la capital. Y no contenta con tanto cambio en enero de 2015 comenzó a correr con su silla de ruedas.

"Saía de paseo moi a miúdo e un día deume por apurar e correr. Comecei con cinco kilómetros, ao día seguinte fixen dez e despois 15", cuenta. Y lo dice como si tal cosa, como si fuese tan fácil como tomarse un zumo de naranja todas las mañanas.

A los pocos meses ya estaba compitiendo en carreras convencionales y en otras con modalidades específicas para personas con movilidad reducida. Por ejemplo, acudió a la Wings For Life de Valencia y quedó segunda, un puesto que repitió en la Liberty de Madrid. Todo ello con una silla de ruedas convencional. "Coa que teño para todos os días, a que me dan na Seguridade Social", explica.

Pasó por delante de atletas que competían con una handbike de última generación. Les ganó con su silla de diario. Así que se le pusieron los ojitos en forma de corazón y su cabeza empezó a diseñar un nuevo reto: seguir compitiendo y conseguir una handbike, "porque con iso un fai marabillas", dice.

Desde mayo de 2015 Nuria López participó en numerosas carreras populares, incluso en la de Escairón. Comenzó con una intensa preparación física supervisada por profesionales y cuida su dieta. Combina el gimnasio con los entrenamientos en el exterior y dicen los que están con ella que lleva una trayectoria meteórica.

"Dáseme ben. Pola miña constitución, pola base que teño doutros deportes ou polo que sexa dáseme ben. Traballo moito, pero tamén avanzo moito. Hai xente que entrena tanto coma a min e non evoluciona así. Semella que nisto atopei o meu sitio", zanja la de O Saviñao.

Este sábado volverá a la Wings For Life de Valencia con el objetivo de ganar. Si nada cambia tendrá que hacerlo con su silla, pero está llamando a todas las puertas para conseguir una handbike. Sueña con un patrocinador y si es gallego, mejor. Después correrá la Liberty y también tiene que acabar los estudios y el trabajo de fin de grado, pero ganas no faltan. Y si le faltan piensa en la familia y en Licín, de allí vienen sus fuerzas.

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